Aprendiendo a Amar [Guerra de novios #2]

Capitulo 4: Fantasmas en el internado.

AGUARDIENTE-PIPE BUENO
VIKY EN MULTIMEDIA

"La memoria tiene un don recuerda especialmente lo que queremos olvidar"

EMMA

Me siento encima de la roca, miro hacia el cielo y quedo enamorada de lo hermoso que es, las estrellas brillan en el cielo azul oscuro, esto nunca lo había visto así, en la ciudad no suele verse el cielo así.

Daniel se sienta a mi lado, mirando hacia el frente, el mar está en calma, ¿porque me trajo aquí?.

Es una especie de isla, en la entrada hay como un mini bosque con un pequeño camino que te dirige hasta aquí; hay arena y enfrente del mar hay una gigantesca roca, es solitario y bastante oscuro, pero está en calma, muchas personas pasan por aquí, que acaso no se dan cuenta de la belleza que tiene frente a sus narices, esto es un paraíso, miles de veces pase por aquí y jamás vi esto; la gente no sabe de lo que se pierde.

-¿Porque me trajiste aquí? -Pregunté desviando lo mirada del cielo y posicionándola en Daniel.

-Cuando era niño, solía venir con mi padre al bosque a acampar, un día estábamos jugando a las escondidas, el contaba, corrí por todo el bosque buscando un lugar, encontré el camino y este me llevo hasta aquí, y de ese momento ame este lugar, tiempo después todo cambio mi padre especialmente; ya no pasábamos tiempo juntos, y para un niño como yo, él era su héroe, siempre pensé que el hacia todo lo correcto, las cosas con mucho valor de la casa empezaron a desaparecer, mi madre peleaba constantemente con mi padre, el desaparecía y llegaba a los días, golpeado, se había metido en las apuestas, le debía mucho dinero a gente muy peligrosa, y un día llegó a su límite, no teníamos nada en casa mi madre estaba cansada de la situación y decidió irse de casa teníamos las maletas listas era muy poco lo que teníamos ya que mi padre se lo llevo todo, antes de que saliéramos mi padre llego y se puso histérico se volvió loco, mi madre estaba asustada al igual que yo, lágrimas salían de mis ojos y solo pensé en correr de ahí, la casa solo quedaba a unas cuantas cuadras del bosque, me dirigí a este lugar, mi madre corría detrás de mí desesperada, con mi padre corriendo detrás de ella como loco gritando cosas sin sentido.

<<Al llegar a esta roca me escondí tras ella, mi madre llego y me abrazo fuertemente, a los segundos apareció mi padre furioso, mi madre me dejó a un lado y se enfrentó a el, mi padre la empujo fuertemente y ella no alcanzó a sostenerse y callo hacia atrás, su cabeza golpeo esta roca, murió al instante, había sangre por todos lados, estaba en shock, no fui capaz de acercarme ni tampoco de llorar solo me quedé parado ahí viendo a mi madre muerta y mi padre abrazándola y gritándole que lo perdonara, que cambiaría, minutos después mi padre intentó acercarse pero se lo impedí, estaba arrepentido y se veía en sus ojos, recuerdo sus últimas palabra -Te amo hijo- después saco una navaja de su bolsillo y se la enterró en el cuello, solo tenía 7 años, y vi algo que ni una persona adulta soportaría, este lugar me marco, lo odio, los vecinos que teníamos me adoptaron y viví toda mi vida con ellos después cuando tenía 11 años un par de familias, se mudaron cerca, llegaron un par de niñas insoportables eran mejores amigas, su voz era chillona, y eran feas a morir -dice en broma- eran Laura y Ana; empezamos a hablar en la primaria y el lazo entre nosotros fue tan grande que las traje aquí, y les conté todo, fueron un apoyo incondicional, y nombramos la isla como "el lugar de los secretos", después siempre que hacíamos algo, veníamos aquí a confesarnos y contar todos nuestros pecados -Ríe ante el recuerdo- hicimos en un pedazo de tabla tres reglas y las enterramos aquí, marcamos un árbol con las iniciales de nuestros nombres, cada vez que nos confesábamos poníamos una raya bajo nuestro nombre, eso quería decir que ya teníamos un peso menos de encima, Ana llegó a tener 100 rayas en solo 1 mes, era una chica algo problemática y sentimental.