Introducción.

24.8K 636 90
                                    

Segunda parte de Calientame.

Narra Alessandro

Han pasado 2 años, dos años que no la tengo conmigo que no puedo verla, no puedo oir su voz, no puedo tocarla, hasta algunas veces todavía sueño con ella y con que somos una familia feliz. Con el tiempo me aleje de todo de mis amigos, mi familia aunque seguía en contacto conmigo era yo quien no les permitía estar más cerca, no quiero, la vida sólo me ha demostrado que es una hija de puta. Los únicos días donde me siento yo son los domingos cuando voy a casa de Elena, su padre se ha convertido en un segundo padre para mi y su madre igual, desde que aquel día en el cementerio le prometí que no fallaria ni un día y lo cumplí. Les debo mucho a ellos, me regañan muchisimas veces diciendo que debo salir al mundo, que todavía quedan cosas bonitas que ver y que te hagan sentir vivo pero simplemente he perdido la ilusión de todo. En estos dos años me dediqué completamente al trabajo era la única forma que tenía de no pensar, gracias a dedicarme tanto fui escalando puestos hacia arriba llegando a lo más alto hasta que un día decidí formar mi propia empresa y hoy día puedo decir que soy rico me gusta lo que hago y se que ha sido por mi esfuerzo sin deberselo a nadie. Pero como suelo decir, si, tengo mucho dinero que me he ganado pero para que lo quiero si mi corazón está vacío.
Me mudé de casa ahora vivo en un ático de 2 plantas muy bonito, pero que se siente tan vacio para mi solo. Justo cuando me estaba mudando vi que un par de locales al lado de mi edificio había un gimnasio viejo que me llamó la atención decidi apuntarme y mis ratos libres dedicarselo al boxeo. Mis musculos se han desarrollado mas y todo mi cuerpo parezco un animal pero me da igual, la madre de elena no para de decirme que asi estoy aun mas atractivo pero tambien me da igual solo quiero gustarle a una persona y ella ya no esta. No voy a mentir más de una vez me he metido en peleas ilegales pero no me arrepiento me ha ayudado a sobrellevar mi carácter que de ser romántico y todo sonrisas que consiguió Elena ahora se ha convertido en un carácter de mierda. Casi nadie me aguanta pero sinceramente me da igual, nada bueno dura conmigo y eso lo he comprobado. No voy a decir que no he follado desde entonces porque si pero sólo tías de una noche y al día siguiente fuera, nadie ha vuelto a dormir conmigo, nadie ha vuelto a abrazarme desde entonces y pienso seguir así. Nadie va a cambiarme, está coraza me ha costado mucho crearla y nadie podrá atraversarla.
Ya no soy el mismo Alex, soy más frío, más calculador, más hijo de puta.

Se cumplían 2 años de la muerte de Elena y mi hijo, y coincidió que era domingo. Esa mañana me levante pésimo, sinceramente no quería ni ir a casa de sus padres pero sólo así un día como hoy podría estar más cerca de ella. Desayune sólo un café y fui a la floristería más cercana, primero iría a llevarle flores al cementerio.

-Hola Alex, me alegra verte otra vez por aquí, ¿Qué te llevarás hoy cariño?

-Hola Sara, hoy es un día especial así que te pido por favor que sean las más frescas y las más bonitas rosas blancas que tengas por favor.

-Para ti siempre lo mejor cariño, un momento.

Con el tiempo me hice amigo de la señora de la floristería todos los domingo le compraba flores y con el tiempo me fue conociendo y yo a Ella, es encantadora y todos los días tiene una sonrisa me gustaría ser como ella. Al cabo de 5 minutos me trae las flores y le doy el dinero. Me pongo rumbo al cementerio. Al llegar como siempre deposito las flores en su tumba y me siento en el banco de siempre. Me quedo 2 horas sin ni siquiera moverme y dejando caer unas lágrimas. Todo los recuerdos se agolpan como si hubiese ocurrido ayer, pero se que como siga asi no iré a la casa de sus padres y en este día quiero estar con ellos. Me levanto del banco y pongo rumbo a su casa.

Son unos 20 minutos en coche y voy metido en mi mundo pensando en ella cuando de repente siento algo chocar con el capó.  Joder. Joder. Es una tía. No quiero marrones Joder.

-¡Pero que te pasa gilipollas! ¡es que no has visto el paso de cebra o qué subnormal! Joder y encima ahora manchada.

No se porque pero me causa risa su forma de llamarme gilipollas nadie se atreve a hacerlo. Sólo veo una mata de pelo negro agachado mientras se sacude los pantalones. Pero cuando levanta la vista me quedo como un puto capullo mirándola. Ojos verdes, cabello largo negro, labios gordos y rosados y nariz pequeña, va vestida con ropa casual vaqueros negros ajustados, vans y una camiseta de rock. Me quedo tan embobado que todavía no he hablado.

- ¡Eo me escuchas cara pan! Joder encima me toca un puto subnormal.

-Pero si no te he echo nada no me jodas.

Se pone roja como un tomatito y aprieta los puños. No se por qué pero me está gustando mucho cabrearla.

-Serás..  Serás..  uuurrggggg. No se que mierda te crees pero por muy guapo y bueno que estés no eres el rey del mundo capullo. Aprende a no mirarte en el espejo y parar el coche a tiempo.

-Ah osea que soy guapo y estoy Bueno, vaya gracias.

-Arrrggggggggg, vete al carajo. Espero no verte nunca más.

Y se va caminando echa una furia mientras le carcajeo y la miro irse. Cuando subo al coche me siento mejor, en realidad es la primera en los 2 años que bromeó y me hace gracia algo. Pero que coño digo es el aniversario de la muerte de Elena que mierda hago cabreando a una niñata.

Vuelvo al coche y ahora si tomo rumbo a casa de los padres de Elena, pero aún así no puedo sacarme esos ojos verdes de la cabeza. 

                                             

Sedúceme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora