La Huída

53 1 0
                                    

Me llamó Kila y mi edad corporal es de veinte años actualmente y la edad mental de veinte tres años, aunque antes mi nombre era Ana y vivía con mi padre y mi hermano.

Ahora mismo cuido de mi hermano pequeño Wilder, tiene 12 años.
Llevamos huyendo y escondidos de los agentes secretos que trabajan, para la empresa de bioquímica donde trabajaba mi padre.

-Ana tengo miedo.
-Tranquilo hermanito mañana nos iremos de este edificio tan feo, y tienes que acostumbrarte a llamarme Kila.

Wilder, estaba asustado y siempre le costaba dormirse.
Al día siguiente los dos salieron del aquél, hostal y se dirigían al metro de la ciudad.
Éste medio de transporte era rápido, barato y al estar lleno de gente podían mezclarse entre la multitud.
Se dirigían al centro de la ciudad, para comprarse algo de ropa y comida. Pero, aveces debían robar la comida y la ropa para no dejar rastro alguno.

Ana y su hermano llevan huyendo de los agentes secretos dos meses, desde que asesinaron a su padre.
El padre de éstos era una persona muy amable y buena, y a la vez poseía un coeficiente intelectual superior a la de la gente normal.
Trabajaba en una empresa de investigación de bioquímica, un día elaboró una sustancia que provocaba efectos en los seres humanos.
El jefe estaba muy interesado en su inventó, pero el padre de Ana, no estaba contento con el fin para el que se utilizaba su invento.
Por lo tanto, decidió un día hablar con su jefe, pero éste no estaba de acuerdo con él.
Al tardar tanto al llegar a casa, Ana y Wilder, decidieron coger el coche de Ana e ir al trabajo a recoger a su padre.
Cuando llegaron a su laboratorio, vieron al jefe de su padre gritándole que si destruía o le contaba a alguien que esa sustancia existía lo mataría.
De repente Wilder gritó y dijo.
-¡Deja a mi papá en paz!

El jefe se dio la vuelta y llamó a seguridad.
El padre corrió y cogió a sus hijos, los llevó a un almacén, y les dio un poco de su sustancia tan rara, les dijo que el saldría a distraer a los agentes de seguridad, y que ellos debían salir corriendo hacia el hospital que estaba cerca de la empresa.
El padre salió corriendo, y los agentes fueron detrás de él, mientras Ana y Wilder, se bebieron esa sustancia. Después salieron corriendo, y escucharon un disparo.
Al encontrar la salida Ana notó que algo le atravesaba la espalda, le habían disparado, y gritó -corre Wilder.

Wilder corrió y atravesó el bosque, hasta llegar a la carretera que le conducía al hospital, este no miró atrás, hasta que llegó al hospital.
Cuando entró, se dio cuenta de que su hermana no estaba con él. Al llegar pidió ayuda pero los médicos y las enfermeras estaban muy ocupados y no le hacían caso. De repente escucha la voz de su hermana detrás de él.

-Wilder soy yo, tu hermana.

Wilder se dio la vuelta, y vio a su hermana, estaba distinta no estaba en cuerpo, sino solo en alma. Y Wilder se dio cuenta, primero se asustó pero luego intentó abrazarla, pero era inútil.
Éste empezó a llorar. Y Ana lo tranquilizó.

-No te preocupes hermanito siempre estaré contigo.

Al llegar la noche, se fueron a una habitación, situada en la última planta que solía ser la menos usada. Allí solo había una chica que dormía profundamente.


En busca y captura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora