Atrapa sueños

Capítulo 1

6 am. Enserio?! La escuela no puede comenzar más tarde así me despierto a las 7 u 8?

El primer día del año escolar siempre es el peor y no ayuda en nada el calor sofocante del verano. Cosa más fea que despertarse en el medio de la madrugada con una sensación de te que estas ahogando en un mar de lava. Viva la vida!

No, la verdad que no.

- Y cuando piensas levantarte?- pregunta mi hermana mayor entrando en mi cuarto ( sin permiso, como de costumbre).

- En el día en que las vacas vuelen, la escuela deje de existir, y tu me dejes de hinchar las pelotas.

- ja ja, muy graciosa- dice tirándome una almohada en la cabeza para que reaccionara.

- Te aviso que no había necesidad ninguna de hacer eso, sabes?

- Que mal, ya lo hice- antes de salir del cuarto prende las luces dejándome prácticamente ciega como un vampiro hacia la luz.

Linda hermana la que tengo. Se cree la adulta de la casa y apenas es un año mayor que yo. Agh.

Me levanto de mi cama rezongando y bajo las escaleras- con cuidado así no caigo- para desayunar. Abajo esta lo mismo de todos los días: mi hermana preparando el desayuno y... eso.

Me siento en la barra de la cocina y de inmediato Sheila me sirve cereales.

Entre nosotras normalmente no quedaban climas silenciosos, aburridos o tensos, pero siempre había uno que otro.

- Y mamá?- pregunto para poder comenzar alguna conversación.

-Donde crees?

- Cierto. Trabajando como una yegua. Y papá?

- Misma respuesta a tu anterior pregunta.

- Tambien cierto. Por el mundo agarrado con otra mujer muy probablemente disfrutándolo.

Sheila me mira con cara cansada. Que? Se que no son las mejores palabras para las personas que me crearon , pero era la verdad! Yo que puedo hacer...

Al terminar de desayunar me visto con lo primero que veo y me dirijo al auto para irme. Lamentablemente todavía no tengo la licencia, pero Sheila si. Así que ella me lleva.

Ninguna de las dos esta contenta por el día ya que esta escuela es nueva. Nuestros padres decidieron cambiarnos por décima vez ( sin antes preguntarnos) con la excusa de " porque si". Concordemos en algo. Eso no es una excusa.

En el anterior estaba feliz y tenia amigas! tenia amigas! saben lo difícil que es para que me haga amigas?! pues le diré, MUY.

Volviendo a la historia. Salgo del auto y me quedo parada un momento en frente de las puertas dobles del edificio.

Sheila me hizo un gesto para que entrara, pero lo único que hice fue decirme a mi misma " Bienvenida a la cárcel".