Capítulo 2: ¡Corre niño! ¡CORRE!

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- ¡¿Que demonios Chatt?! ¡¿Que diablos es eso?!

- No... no... no lo se... - Balsbuseaba mientras se limpiaba la cara de aquella baba verde

- Es horrible... - Tenia un aspecto terrible, no como la que me había topado en casa. Al igual que la otra criatura tenía forma humanoide pero esta estaba mas deforme, sus colmillos traspasaban su mandíbula y sus piernas estaban curvadas hacia atrás terminando en unas tipos pezuñas, sus brazos estaban reforzados con algún tipo de concha y terminaban en una especie de garra, su torso cortado por la pala de Chatt lucía mas débil, quizá por eso logramos herirlo por ahí, ya que su espalda estaba muy reforzada con alguna especie de concha - Bien solo hay que... largarnos de aquí 

- Si eso, irnos si si... ¿Crees que haya más de estas cosas allá afuera?...

- Yo creo que si, llévate tu pa... ¡Cuidado!...

Una hora antes.

Había bajado a la cocina para dejar mi taza vacía cunado las luces se apagaron, no me asusté al principio pues solo era un apagón, algo que se puede considerar normal. Eran como las 10:30 y el frío estaba mas intenso, trate de regresar a mi cuarto en la oscuridad, claro que no estaba muy seguro de donde iban mis pasos ya que no podía ver absolutamente nada. Ya una vez arriba volví a mi cama cuando escuché un grito, era la señora Mcfly, no estaba seguro de que había pasado pero decidí ir a revisar y en caso de estuviera en problemas, ayudarla. Tome mi teléfono y encendí mi linterna para buscar mis zapatos, me abrigue y salí a la calle fría. Cuando estaba cerca de la casa de la señora Mcfly volvió a gritar, así que corrí y entre a su casa fácilmente por que la puerta estaba abierta:

- ¿Señora Mcfly esta bien?... - Ilumine la sala y no había nadie, solo un florero roto en el piso - ¿Señora Mcfly?...

Seguí por la cocina, las casas de ese vecindario eran todas iguales así que sabía donde estaba cada habitación, no había nadie en la cocina ni en el comedor, pero una cosa si me alertó. La puerta de atrás también estaba abierta y habían unos rastros de alguna especie de baba verde y mas atrás hacia el comedor un cuchillo cubierto de la misma sustancia, estaba seguro de que había alguien en la casa. Ya algo asustado iba hacia atrás aún mirando el cuchillo cuando escuche que arriba comenzó una canción, era una especie de opera*, así que subí lentamente para no hacer ruido, la canción era algo extraña y me exalto cuando la voz aguda subió de tono, resbale un poco y me di un rodillazo en el escalón, seguí subiendo y entré al primer cuarto, no había nadie.

En ese cuarto alguna vez estuvo un chico llamado Jorge que era nieto de la señora Mcfly, lamentablemente el tipo sufrió un accidente cuando iba de camino a su universidad. Seguí por el pasillo hacia el segundo cuarto, una gota se sudor bajaba tranquilamente por mi sien, mis manos temblorosas y frías sostenían mi celular con la linterna encendida y mi rodilla dolorida estaba molestándome mucho, llegué al segundo cuarto pasando el baño y vi a la señora Mcfly frente a la ventana escuchando esa canción:

- Es hermoso... - Me dijo con su voz de anciana ronca

- ¿Señora Mcfly esta bien?

- Muy muy hermoso...

- Señora Mcfly creo que hay alguien o algo mas en su casa

- Que lastima que debe de extinguirse - Me dijo volteándose a verme, tenía los ojos totalmente negros - Es una lastima ¿No crees?

- Ahmm... - Di un paso hacia atrás - Yo creo que si es una lastima...

- Si tan solo hubiéramos cambiado antes - Se empezó a acercar hacia mi - La humanidad es un peligro para el universo

- Pero aún puede cambiar - Empecé a retroceder

- No querido ya no puede... ya no...

Tropecé con algo y caí de espaldas, cuando levante la mirada al techo tuve el susto de mi vida. Había una criatura con forma humanoide, pero sin duda no era humano, estaba sujeta al techo parecía que tenía una herida de donde le salía la misma baba verde que había en la cocina, su cuerpo era delgado y su piel era de color verde un poco claro pero pálido, sus ojos enormes que cubrían casi toda su cara eran igual de negros que como los tenía la señora Mcfly y en su pequeña boca se veían sus dientes como de piraña, pequeños pero muy afilados. Retrocedí de espaldas hacia el baño y me encerré ahí. Coloque el seguro y afuera la Señora Mcfly me gritaba:

- ¡Ábreme! ¡Tenemos que extinguirnos!

- Estoy haciendo mis necesidades, en un momento salgo - Le dije mientras destrababa la ventana del baño.

Escuche algunas pisadas muy agudas sobre el techo que iban desde la puerta hacia el otro lado del baño, a la ventana; entonces la señora Mcfly dejo de golpear la puerta. Una sombra se veía desde la ventana así que tome el trapeador y retrocedí, una pequeña garra comenzó a abrir la ventana desde afuera estaba por abrirla cuando la señora Mcfly me dijo desde afuera:

- Estamos condenados hijo, no te resistas

- No lo creo... - susurré mientras veía fijamente la ventana

Volví a acercarme a la ventana pero la criatura seguía ahí intentando abrir la ventana hasta que lo consiguió y entro tranquilamente pero no me atacó, se puso de pie frente a mi y me miro fijamente yo comencé a ver sus ojos igual, eran muy bellos, de repente sentía como mi miedo se iba poco a poco y empece a tener pensar que tal vez lo que decía le señora Mcfly era cierto ¿Somos una amenaza? ¿Estaba bien lo que hacíamos en la tierra? Tal vez era momento de dejar que otra especie gobernara el mundo... Fue ahí donde reaccione y golpee a la criatura con el palo del trapeador, estaba tratando de hipnotizarme, me entró un fuerte dolor de cabeza cuando golpee a esa criatura, pero salí del baño corriendo. Baje mientras la criatura volvía a salir por la ventana y vi a la señora Mcfly en el suelo de su sala con una fotografía de su nieto, parecía muy enferma pero sus ojos ya no estaban negros

- Yo no quería hacerte daño hijo perdón - decía mientras dejaba la fotografía a un lado - Esa cosa me obligo

- Lo se señora Mcfly, no se preocupe - Lucia agonizante, me arrodille y tome su mano. Sabia que la señora Mcfly no iba a sobrevivir. De repente atrás se oyó un gruñido de la criatura mientras caía en el patio trasero - Diablos...

- ¡Corre niño! - Me dijo la señora Mcfly - ¡CORRE! - La criatura entro desde atrás y se lanzo hacia mi, retrocedí y choco contra la televisión - Yo estaré bien ¡Corre! - Tomo el trapeador que llevaba y logro levantarse con mucho esfuerzo y le dio otro golpe.

Yo no quería dejar a la señora Mcfly ahí solo así que salí buscando alguna cosa para hacerle pelea igual cuando escuche un quejido, voltee hacia la puerta. La criatura salió con la señora Mcfly en sus brazos, tenia el trapeador atravesado. La soltó y me empezó a asechar así que tome uno de los gnomos de jardín y la criatura le lanzo sobre mi, cayó sobre mi pero no pudo hacer nada mas ya que le clave el gnomo, comencé a sentir como iba perdiendo sus fuerzas hasta que murió sobre mi. La tire de lado y me quede paralizado, viendo el cielo estrellado. Estaba en shock, no sabía que hacer, solo sabía que debía irme a casa pero estaba sumamente preocupado, ¿Habrá mas de esas cosas allá afuera? ¿Mi madre estará bien? ¿Que quieren estas cosas? ¿De donde vienen? eran de las preguntas que me hacia en la cabeza. 

Entre a mi casa y subí a mi cuarto, tome mis audífonos, una botella con agua y mi carrito con mi generador que estaba en el cobertizo del patio de atrás y me fui escuchando A Rush of Blood to The Head a la casa de Chatt que estaba a unas cuantas calles de mi casa, también lleve mi bate de béisbol, por si acaso...

* Opera #2 - Vitas (La canción que estaba escuchando la señora Mcfly)

** A Rush of Blood to The Head - Coldplay










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