PENSANDO EN TI I FARGETTA I CANCELADA

~Capítulo 8: ¿El final?~

Narra Samuel.

Y aquí estaba nuevamente, destrozado, desilusionado, llorando en mi habitación por alguien, alguien a quién creía diferente, al que le entregue mi corazón y mi amor...

¿Y qué fue lo que recibí?

Una apuñalada.

Quería huir lejos de aquí, olvidar todo lo que pasó, olvidar el maldito día que lo conocí, olvidarlo, eso es lo que más deseaba en estos momentos.

¿Por qué lo hizo? ¿En qué falle? ¿Tan malo soy? ¿Merezco todo esto?

Tantas preguntas venían a mi cabeza... Pero, lo que más me dolía eran esos recuerdos, esas palabras que él me decía, una tras otra, apuñalándome de la forma más dolorosa.

Primero Guillermo, y ahora esto, ¿qué sigue?

Me levanté furioso, y tire todo lo que estaba a mi alcance, me desvanecí poco a poco por la pared, llorando y gritando. Diciendo una y otra vez: ¡¿Por qué me hiciste esto?!

Narra Escritora.

Detrás de la habitación había un Guillermo muy orgulloso y feliz por haber logrado con lo que se propuso. Pero si tanto quería a Samuel, ¿por qué causarle tal dolor?

Narra Guillermo.

Me da pena que Samuel esté así, creo que es mi momento de irle a consolar pero antes, haré una pequeña llamada a mi buen David.

*Llamada telefónica*

- ¡Hey, David! - Hablé.

- Hola Guillermo, ¿qué pasa?- Preguntó extrañado, ya que no solía llamarle ni mucho menos hablarle.

- Nada, solo para decirte que no te preocupes yo consolaré a Samuel-

- ¿Qué?- Dijo -¿Cómo que consolarle?-

- ¿No te has enterado? Samuel te vio besándote con tu amigo, hamm, ¿cómo se llama?- Preguntó -Ya recordé, tu amigo Luis- Dijo en un instante.

- No puedo creerlo-

- Nos vemos luego, iré a consolarlo, y por favor, no se te ocurra aparecerte por mi casa, no estaremos aquí, adiós-

Y sin esperar respuesta por parte de él, colgué.

Me dirigí a la habitación de Samuel, no se escuchaba nada, silencio total. Toqué la puerta, nadie contestó. Volví a tocar, nuevamente recibí la misma respuesta.

¿Por qué no me contesta? Me pregunté.

-¿Samuel?- Decidí hablar.

Silencio.

-¿Sami?- Pregunté otra vez.

Silencio.

Bien, esto me empezaba a preocupar, decidí tumbar la puerta.

- Sami, por favor abre la puerta-

Silencio.

Sin más, tomé impulso y... Sangre por toda la habitación, hasta que lo vi a él... No podía creer lo que había hecho...

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