Hace poco, yo conocí a una chica, que ,como todos, tenía sus propios problemas.
Ella era valiente y atrevida, con un brillo, que aunque pequeño, sincero, escapando a través de las ventanas del alma.
Al principio, yo la admiraba por que creía que enfrentaba los conflictos y dificultades que se le presentaban. Tuvieron que pasar años para que pudiera darme cuenta de que en realidad, no lo hacía, o al menos no de frente.
Era, de hecho, una gran compañera, aunque no la tenía completamente a mi lado. Yo podía verla y sentirla, pero ella, a pesar de que sabía de mi existencia, no reconocía mi presencia. Aquella regla me impedía tocarla, pero disfrutaba de su simple compañía. Eso hasta que llego aquel chico, Deimos, se hacía llamar.
Este joven era una cosa completamente diferente. Cansado, apagado, y sobre todo, triste. Las historias más trágicas las leí en sus ojos. Su aura era negra, pesada. Para mi desgracia, desde aquel incidente, Nicole, la siniestra libreta y él no se separaban.
Solo ellos, ustedes y yo conocemos el duro camino por el que tuvieron que pasar para llegar a la meta de todo ser humano. Bueno, eso si se atreven a acompañarme a los recuerdos de estos chicos desafortunados.
Encantado de conocerlos. Yo seré su narrador.
ESTÁS LEYENDO
¿A qué le temes?
AdventureAquella tarde, Nicole corría por las calles de la ciudad. Estaban desiertas, pues el toque de queda ya se había dado. O eso pensó, antes de tropezar con un chico de cabello azabache. -Llámame Deimos. ... Todos tenemos miedos. Algunos son grandes, ot...