Rareza Cotidiana

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"Disfruten sus vacaciones de verano"

Aquellas palabras sonaron como un coro angelical en los oídos de la azabache, que celebró el fin del tortuoso año escolar junto con el resto de sus compañeros. Muchos comentaban viajes de ocio, fiestas, visitas a su familia o simplemente dormir, comer y ponerse al corriente con sus series favoritas a lo desgraciado. Mary era de este último grupo.

Se despidió de algunos amigos, compañeros y profesores antes de salir cual rayo de la universidad al banco más cercano, donde sacó una pequeña gran cantidad de dinero que su madre le había enviado por sus buenas notas. Ya en unos días volvería por su beca escolar, pero ahora se dirigiría a la tienda de conveniencia más cercano para saciar sus ansias de comida chatarra.

—Gracias por comprar, vuelva pronto. —Le despidió la cajera de su restaurante de hamburguesas tras haber pasado a una tienda de conveniencia y comprar todo lo que pudo entrar en su mochila: sodas, papas fritas, galletas, chocolates, pastelitos dulces, caramelos y un tupper lleno de queso para nachos. Tenía comida chatarra para sobrevivir por dos semanas enteras. Su espalda comenzaba a doler por el peso, pero aún debía hacer algo más...

Entró decidida al pulcro establecimiento, sintiendo un fuerte olor a café y el aire fresco del aire acondicionado del interior. El Suutaba era un lugar que visitó muy pocas veces por evidentes razones, sólo venía si era una ocasión especial o su dinero se lo permitía. Hoy se cumplieron ambas.

Corrió hasta el mostrador, aprovechando que estaba vacío —Bienvenida al Suutaba, su orden por favor— le saludó un joven empleado.

—Dos moka caramell grandes, con espuma y chispas de chocolate— se conocía bien, no soportaría la tentación y ese pequeño vaso quedaría vacío para su llegada a casa.

—En seguida, ¿algo más que quieras agregar, algún postre?

— No, gracias.

El chico asintió y le pasó el pedido a la batista.—¿Dos cafés, eh? ¿Para quien es el otro? ¿Algún chico? —preguntó volviendo hacia ella.

—No, me gustan el café de aquí solo que pocas veces pasó a comprar, hoy me daré un pequeño gran gusto comprando dos.

—Vaya..— suspiró asombrado— ¿no te gustaría compartirlo con alguien?

—¿Si te digo que si, me harás un descuento? —El azabache le miró sorprendido, seguido de una media sonrisa, Mary le devolvió el gesto. Después de recibir su pedido y pagar, se despidió del chico con un gesto divertido, saliendo del local.

No tenía prisa de llegar, pero su emoción le hizo correr alegre a su departamento. —Ya estoy en casa— canturreo alegre, cerrando la puerta de entrada tras de sí. Dejó sus zapatos en la entrada y dió un pequeño vistazo a su casa, esta hecha un asco: papeles y materiales regados por toda la sala, platos sin lavar en el fregadero y restos de comida en la cocina, además de la cama destendida con ropa sobre esta y el piso de su habitación. Hizo un puchero antes de dejar todas sus compras en la barra de la cocina, encender su TV, conectarse a las bocinas esta por bluetooth y tomar una escoba. Si iba a empezar sus vacaciones limpiando, que sea como ella bien sabe hacerlo: bailando y cantando con música a todo volumen.

Mientras tanto en otra casa, la matriarca Matsuno doblaba ropa recién lavada, entre gruñidos y quejas. —Cada día envejezco más y ni una señal de algún nieto— murmuraba la mujer; honestamente, nadie puede culpar, gastó dinero, esfuerzo y tiempo entre seis niños que hoy apenas y parecen tener progreso como personas.

Esa tarde estaba sola en casa, su esposo trabajaba y sus hijos habían salido. ¿A qué? Ella también se lo preguntaba. Ya había limpiado toda la casa, al derecho y al revés, por lo que lo único que quedaba era doblar aquellas camisas que aún debía lavar por sus hijos. Suspiró, al menos ya podría descansar por lo que restaba del día, sin contar la comida, el lavar los platos de la comida, la cena...

Matsuyo apretó con fuerza la camisa que tenía en sus manos, pero el sonido de la entrada la sacó de su pensar. —Ya llegamos mamá— oyó la voz de Todomatsu.

—¡Casa! ¡Casa! —exclamó el quinto hermano, seguido del sonido de cosas romperse.

—¡Jyushimatsu, mira el desastre que hiciste! —regaño Choromatsu.

—No seas duro Choro-chan— intervino Osomatsu

Y así cada vez más hermanos se unían a la discusión, mientras Matsuyo gritaba internamente que había hecho mal. Sin decir nada, salió lo más rápido que pudo de su casa, necesitaba distraerse.

Conversó con vecinas y algunas vendedoras de los puestos de verduras del mercado, hizo una lista mental de lo que debía comprar de su despensa y dio un paseo por la ciudad hasta encontrarse con el puesto de Chibita. Que desde la lejanía podía notar que no estaba vacío.

—Wow— exclamó Chibita que sostenía la boleta de calificaciones de la protagonista, tenía una boleta impecable.

—Gracias, solo me costó salud mental, mi espalda y horas de sueño— Comentó la menor, que hacía unas horas había dejado su casa - y la orden de hamburguesa y los vasos de frappe- impecable. Y ahora visitaba a su nuevo amigo para celebrar su libertad. La risa de ambos jóvenes se vieron rebajadas al notar la presencia de la mayor.

—Buenas tardes, señora Matsuno— saludó el más bajo

—Buenas tardes —saludó también la chica, ambos saludos fueron devueltos en un asentimiento de cabeza. La mujer miró curiosa la boleta de la universitaria, que ahora se posaba en la barra.

—¿Es tuya? —preguntó la única mujer Matsuno a la chica, esta asintió— Vaya, tus padres deben estar orgullosos.

—Lo están —comentó— aunque no saben el infierno que pase —aquello sorprendió a la mayor por la forma tan despreocupada en la que lo decía.

—¿Qué sucedió?

—Es una larga historia —la mujer apoyo un codo en la mesa, al igual que el bajito, indicando interés. La joven suspiró, comenzando a relatar su semestre.

No pasó mucho para que la conversación fluyese entre ambas mujeres; sin saberlo, se habían hecho buenas amigas. Cosa que no pasaría desapercibida por este alocado mundo, que está dispuesto a poner todo de cabeza.

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Llegó tardísimo a celebrar el anuncio de la tercera temporada, pero ha válido la pena xd

Seguiré actualizando este historia de forma medianamente más regular y espero la disfruten tanto como yo n.n

Gracias por leer <3