La verdad no contada • vhope

Capitulo 1

—Joven Jung, permítame una entrevista por favor, joven Jung!— Esas palabras se repetían una y otra vez, junto a los molestos flashes que eran disparados hacia nosotros, mi pobre hermana y yo, estábamos saliendo de la empresa, a tan solo una semana de la muerte de nuestros padres y estos bastardos no tienen ni un poco de consideración.

Abracé a mi hermana y traté de cubrirla de las cámaras pues soy yo quien debe mantener la compostura para que ella no se rompa.

Después de atravesar a la prensa subimos al auto, antes de que comience a andar le dí a Nam una dirección diferente, después de intercambiar miradas con el comienza a manejar sin preguntar nada.

—¿A dónde vamos?—cuestiona mi hermana, aun con lágrimas en los ojos.

—Jiwoo, odio verte así, Entonces decidí apartarnos de toda esta mierda por un tiempo.

—pero... y la empresa?— Pregunto un poco consternada.

—No te preocupes por eso ya he hablado con algunos del personal y para eso también he traído a Nam aquí además que trabajaré desde la oficina de la mansión— mire como se tranquilizaba un poco pero pronto volvió a nacer duda en sus ojos

—¿que mansión? Compraste una mansión sin antes consultarlo conmigo!?— me acuso ya molesta.

—claro que no, es una mansión que compraron papá y mamá no hace mucho, creo que querían utilizarla para vacaciones y esas cosas pero... bueno, ya sabes.— el ambiente cambio, esta claro que aun no podemos creer lo que paso, en un solo segundo la vida puede cambiar y eso afecta a mas de una persona.
Ella solo asintió y miro por la ventana esperando en silencio llegar a nuestro destino.

        Cuando bajamos del auto quedamos impresionados, yo por lo que había investigado ya había visto algunas fotos del lugar pero verla en persona era impresionante, a pesar de haber estado deshabitada por tanto tiempo, no parecía dañada e increíblemente parecía cálida y acogedora. La pintura blanca que se impregnaba en la mansión se hacia resaltar más gracias a el inmenso jardín lleno de rosas rojas que nos daba la bienvenida. Cuando vi a mi hermana se que pensó lo mismo y me lo confirmo cuando volteo a verme con los ojos llenos de lágrimas.

—mamá amaba las rosas rojas e-ella siempre quiso un jardín así— no pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla cuando la abrazaba.

-Entonces tendremos que cuidarlo sino ella se enojara mucho con nosotros y nos dirá...

—...y nos dirá par de hijos Jung del demonio- termino la frase que nuestra madre siempre usaba cuando hacíamos travesuras juntos
Una sonrisa de cariño se asomo en mis labios sin permiso y ella me correspondió con otra igual mas la suya tenia una pizca de nostalgia.

Después de entrar comenzamos a ver el interior de la mansión y decidimos como seria reorganizado el lugar por suerte estaba semiamueblado solo faltarían cosas personales que ya se encargaría Nam de traer.

Junto con Nam y las personas que le daban un mantenimiento a la mansión acomodamos las llaves de agua y gas y todos los servicios necesarios, justo detrás de la mansión había un bosque pequeño y teníamos vista hacia un lago era muy relajante estar aquí.

Cuando se acercó la noche y era hora de cenar Jiwoo preparo la cena suficiente para invitar a el personal a cenar, aunque algunos se negaron al principio por que creían que era una falta de respeto terminaron aceptando ya que mi hermana un no acepta no por respuesta. La cena transcurrió tranquila poniendo a Nam al día sobre la empresa era el a quien dejaría las cosas en la empresa ya que prefería no dejar sola a mi hermana y trabajar desde aquí tal vez tendría algunas juntas importantes aquí solo si la ocasión lo amerita pero en general confió plenamente en Nam para que  realice el trabajo. Agradecidos por la cena y no le quedo mas que desearle buenas noches a mi hermana e ir a dormir yo también.

       Al día siguiente me desperté muy temprano a pesar de que antes de dormir tuve la sensación de que no podría dormir bien esta noche tuve la grata sorpresa de despertar con suficiente energía bastante temprano en la mañana y como Jiwoo aun no despertaba decidí salir a correr era una costumbre que últimamente por el acoso de los medios no podía realizar pero alrededor de la mansión y el bosque era mucho mas relajante y natural.

Por primera vez en semanas sentía que podía respirar corrí para bajar la tensión en mis músculos y para inhalar aire puro. Cuando me sentí satisfecho me acerque al lago y era aun mas hermoso de lo que se veía a lo lejos.

Después de pensar suficiente en el lago, me decidí a volver seguro mi hermana ya había despertado pero cuando estuve cerca y pude ver el jardín de rosas algo llamo mi atención, mejor dicho alguien, era un chico, estaba de espaldas a mi, mirado de cerca las rosas y parecía que estaba cortándolas pues tenia una en la mano, me dirigí hacia el, el chico era alto y delgado, su cabello castaño con toques dorados, lacio y brillante parecía muy suave conforme me iba acercando.  Pude ver su rostro, era hermoso y cualquier pensamiento que tenia de reclamar por la vida de las rosas se esfumo, era realmente precioso tenia una nariz perfilada y unos labios  carnosos, casi tan rojos como las rosas pero cuando vi sus ojos  oscuros y profundos pude ver en ellos algo, un sentimiento con el que me sentía identificado últimamente, su mirada reflejaba miedo parecía confundido y perdido.

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—Jennie;)