Serendipity • ʸᵐ

O N C E

Déjame amarte, déjame amarte
Déjame amarte, déjame amarte

~•~
J I M I N
No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños.

El sonido de la ambulancia resonaba por las calles, alertando un paciente en estado de criterio.

Su mano estaba tan fría, pero aún así tan cálida.

Te veías tan frágil, como nunca te había visto. Sobre tu camisa blanca ya hacía una gran mancha roja.

Se fuerte, por favor.

¿Qué debo hacer para que no me dejes?
Todavía me faltan lugares que compartir contigo, todavía me hace falta llevarte a aquel lugar donde el tiempo se detiene y los sueños se hacen realidad, todavía me hace falta amarte mucho más, todavía me hace falta levantarme a tu lado y servirte tu té favorito, todavía me hace falta verte dormir, todavía me hace falta ver muchas películas románticas contigo, todavía me hace falta besarte, todavía me hace falta hacerme viejo junto a ti, todavía me hace falta darte regalos de navidad, todavía me hace falta tener cachorros, todavía me hace falta tu marca.

Aprender que hay personas que te ofrecen las estrellas y otras que te llevan a ellas. Esa es la diferencia entre quién quiere y quién ama.

Y tu Min YoonGi me hacías ver una galaxia entera.

Rápidamente la ambulancia se detuvo.
Salí del vehículo mientras las lágrimas salían. Los enfermeros salieron a toda prisa, dirigiéndose a la sala de emergencias, corrí de tras de ti.

—Disculpe no puede pasar, le avisaremos cuando salga de cirugía.

El mundo calló sobre mi. La bala había perforado un pulmón, estabas perdiendo mucha sangre, por lo que tuvieron que llevarte a emergencias, ahora tenía que esperar más de 6 horas.

Me dirigí hacia la sala de espera, no pensaba moverme de allí, TaeHyung y Jungkook habían llegando conmigo, estaban fuera de aquella casa y me ayudaron a llamar al hospital.
Ambos intentaban darme apoyo, pero simplemente no podía, me sentía culpable, YoonGi lo hizo por mi y salió lastimado.

—Hyung estarás bien—Susurre entre mis sollozos, necesitaba escucharlo, necesitaba escuchar que estará bien.

Cada segundo se convertían en minutos y los minutos en horas.

Habían llegado Hoseok, Jin y Namjoon.
Todos estábamos mal, puede que fuera gruñon, pero era nuestro gruñón.

—Jimin has estado así hace tres horas, come algo ¿Si?—Pregunto TaeHyung, realmente agradecía que se preocupara por mi, pero no tenía hambre, no podía comer sabiendo que YoonGi estaba allí adentro siendo operado.

—No gracias Tae.

—Jimin no puedes quedarte aquí todo el día, necesitas ducharte, comer y darte una siesta.