Leo porque me identifico, Escribo porque me expreso ...!

Por quererle.

Dime si esto es lo que merezco. Dime si esto es lo que me espera por quererle.

Es que no fue culpa mía. Comencé a quererlo incluso antes de que me diera cuenta y cuando quise parar, ya estaba sin control. Aunque lo quería a ojos abiertos, no se lo demostraba a ojos cerrados.

Pareciera que fue encargado. Otra cosa no puedo pensar, es que esa sutileza, esa sabiduría con toque de malicia, esa forma de manejarme a su modo, de llevarme a donde quería y cuando quería, tenía que ser enviado. En definitiva debió ser planeado.

Me preguntaba cosas que no hacían más que sumergirme más en mi ensoñación y pensar que teníamos el mismo interés. Y yo como toda oveja mansa, contestaba a lo que preguntara.

No entiendo cómo se puede ser un caballero tan educado y un felón tan osado.

Y aún así me encantaba.

Todo comenzó cuando me dijo que estaba conquistado, que a alguien sostenían sus manos. Aún recuerdo esa noche en aquel viejo sofá, cuando recibí aquel mensaje y me pareció escuchar  mi corazón resquebrajar.

Ahí empezó la verdadera contradicción.

Yo quería hacer lo correcto pero él no era tan colaborador, aún bañaba mis pensamientos con el dulce aroma de sus palabras, pero yo no cedía, le detenía. Entonces comencé a volverme loca, no quería ser la otra.

Entré en una depresión y traba emocional. No sabía qué quería lograr con sus palabras, con sus acciones tan controversiales.

Sinceramente estaba cansada, y aún lo estoy. No sé cómo fue que llegamos a esto. Él supo entrar, pero no le veo salir. Todavía no logro entender cómo puede estar en dos espacios a la vez.

Y es algo que tal vez nunca logre entender. Así como saber si en verdad me quiso, o si solo fue un desperdicio. A veces me pregunto cómo fue que entró, y luego le recuerdo... Tan inteligente y perverso y ahí encuentro la respuesta en el silencio.