Hace un tiempo os odiaba a todos. Durante la historia, os habéis creado un mundo diseñado para vosotros, para satisfacer vuestras necesidades. Mientras tanto, yo tenía que esconderme. Nosotros teníamos que huir de la humanidad. ¿Por qué? Por ser lo que somos. ¿Qué somos? Ni yo mismo lo sé. Solo puedo decir que no soy humano. Nos llaman demonios, monstruos, e incluso nos categorizan, pero en el fondo somos iguales: somos marginados y perseguidos por el ser humano. Algunos ignoran nuestra existencia, otros la niegan, y otros intentan descubrirnos a todos. Nosotros, por nuestro lado, hemos aprendido a camuflarnos, a controlar nuestros impulsos, pero para algunos es más fácil que para otros. Los vampiros han aprendido a tolerar la luz solar, los hombres lobo ya no se manifiestan tan fácilmente, las brujas han dejado de usar la magia... Pero, ¿y yo? Yo no soy nada de eso. Estoy solo. No hay ningún otro ser parecido a mí.
Fui criado por una familia de ghouls, fueron muy buenos conmigo. Zan y Midna, los padres de la familia, se encargaron de criarme bien, como a su hijo Thor. Zan era bastante severo, y no nos dejaba mostrarnos en la ciudad, ni tampoco tratar con humanos. Midna, en cambio, era más comprensiva, pero era ella la que traía la cena a casa todas las noches. Yo no necesito comer para sobrevivir, así que no había ningún problema en ese aspecto. Sin embargo, algunas noches Zan nos llevaba a cazar por las calles de la ciudad. Siempre atacaba a personas solitarias, sin familiares cercanos, porque siempre defendía los sentimientos de los seres vivos. Era demasiado blando con los humanos. Yo no necesitaba cazar, pero como Thor era demasiado pequeño, lo hacía por él. No tengo las habilidades de un ghoul, y Zan me prohibió utilizar las mías porque llamaban demasiado la atención. Yo tengo la habilidad de distorsionar mi cuerpo a voluntad, pero en esa época no lo controlaba, y lo único que podía hacer era llenar mi cuerpo de una especie de púas ramificadas. Accedí a no hacerlo, pero practicaba todos los días en casa.
Una noche a la semana, salíamos todos a cazar, y nos llevábamos un "gran festín" a casa, como decía Midna. Ciertamente, yo no los entendía. No sé lo que es tener hambre, ni la necesidad de comer, pero matar humanos sin ser visto era emocionante.
Cada semana deseaba que llegara la "noche familiar" para sentir esa emoción, para disfrutar en familia, para sentirme uno más.
Fuimos creciendo, y Thor ya no necesitaba que le ayudase a cazar. Sin embargo, lo hacía igual, me gustaba. Además Zan ya no era igual de ágil que antes, y no quería arriesgarme a que pasara algo.
-Eh, Thor, ¿qué te apuestas a que cazo más que tú hoy?
-Ni de coña, no vas a pillar ni uno, te los voy a quitar delante tuya.
Esta es una de las típicas conversaciones que solíamos tener, y ciertamente nos picábamos amistosamente. Pero un día, conocimos a alguien que lo cambió todo.
Salimos a cazar como cualquier noche, y Thor vio algo que le llamó la atención. Una mujer sola, en mitad de la calle.
-Eh, Patch, mira esa. -Dijo Thor.
-No está en la lista de Zan, pasemos de ella.
-Tío... Pero está sola en mitad de la noche... Y es joven. Además está muy buena, puedes tirarte al cadáver. -Thor empezó a reírse en voz baja, para no revelar nuestra posición.
-Eres asqueroso joder, además seguro que tiene familia. Zan se va a cabrear si nos la llevamos.
-Zan no tiene por qué enterarse. -Thor adoptó una expresión de seriedad. -Me la comeré antes de llegar a casa. -Thor salió corriendo para atacar a aquella mujer.
-¡No, espera!
No pude detenerlo, estaba muy adelantado y si salía a correr me descubrirían. A lo lejos, un grito agonizante, parecía de una mujer. Thor lo había hecho.
Esperé en mi posición a que volviese, pero tardaba mucho. Pasaron casi 20 minutos, cuando a lo lejos, vislumbré una silueta al fondo. No, eran dos. Thor y... una niña pequeña. No entendía nada, y me acerqué a ver lo que pasaba.
-Thor, ¿que haces con esta niña? -Le susurré al oído para evitar conflictos. -¿No pensarás llevarla viva a casa no?
-Tranquilo Patch, no es humana. Intenté atacarla, pero la verdad es que se defiende bastante bien. -Thor esbozó una sonrisa y se levantó un poco la camiseta. Tenía una cicatriz bastante grande, pero casi curada por completo.
-¿Qué es eso? ¿Ella te lo ha hecho? -Miré a la niña con una mirada fría, no confiaba nada en ella.
-Sip, yo se lo he hecho. -La enana entró en la conversación, y creo que con la intención de cabrearme. -Creía que era un humano y me defendí. Casi mato a tu "hermanito".
-Nana, no intentes cabrear a Patch. Aunque no sea un ghoul, es bastante más fuerte que yo. No te lo recomiendo. -Thor me defendió... Frente a una niña de unos 7 años. No sabía cómo tomármelo.
-Tío, no hace falta que me defiendas, sé cuidarme solo.
-Vale, vale. -Thor se empezó a reír. -Habrá que empezar a cazar de una vez, ¿no?
-Si, yo os ayudo. -Dijo la niña. Si había herido a mi hermano, no podía negar que era fuerte, así que nos acompañó.
Al parecer no era una niña de 7 años, sino una bruja de la zona llamada Nana. Era la hija de Magnolia, la frutera, una gran amiga de Midna. También era la mujer a la que Thor atacó.
Nos acompañó toda la noche, aunque no cazó absolutamente nada. Era lógico, pues las brujas comen lo mismo que los humanos. Lo pasamos en grande, y desde ese día nos empezó a acompañar en las noches de caza.
Una noche, nuestra familia y la de Nana cenaron juntas. Como nos aburríamos, fuimos a dar una vuelta, y nuestros padres se quedaron charlando.
De repente, sonó una explosión. A lo lejos se veía uno salir de una casa. Era nuestra casa. Fuimos corriendo para ver que había sucedido, y al llegar, nos encontramos lo peor. Zan y Midna... estaban tirados en el suelo, con muchos agujeros atravesando sus cuerpos. No podía creer lo que estaba viendo. Esas personas a las que tanto quería... se habían ido. Thor lo pasó mucho peor que yo, se derrumbó y comenzó a llorar. Nana entró a la habitación de al lado, y vio a su madre escondida.
-Ma...mamá... ¿Qué... ha pasado...? -Nana no podía contenerse las lágrimas, y empezó a llorar también.
-Hu... humanos... Nos han descubierto... Ha... hay que irse. -Magnolia nos cogió y nos llevó a la capital. Todos llorábamos, y Magnolia estaba horrorizada.
¿Qué hemos hecho? ¿Tanto nos odian por ser como somos?
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Entre las sombras
FantasyEsta es la historia de Patch, un ser que, tras ver morir a varios de sus seres queridos y separarse de los suyos, busca venganza. ¿Seguirá pensando eso en el futuro? Nota: los ghouls de esta historia se basan en el modelo de Tokyo Ghoul, manga de Su...