Narra Yamato
Ya estaba aburrido y cansado, Naruto no dejaba de prácticar y mi chacra no daba para más. En estos día hemos estado Kakashi Sempai, Naruto y yo, ya que Naruto debía perfeccionar el Jutsu del Cuarto Hokagen.
La realidad es que Sempai sólo observaba todo su desempeño, mientras yo trataba de que el Kyubi no apareciera por la cantidad de shacra que ocupaba Naruto. Ya llegabamos a la semana de todo esto, no podía creer como había podido avanzar tanto en tan poco tiempo, y como yo había resistido estar aquí sin un buen descanso. No, no cuenta que en las noches hemos "dormido", porque yo no lo hago, el chico es un sonambulo, me tira Resengan mientras trato de dormir, puedo descansar cuando estos dos hombres despiertan o las siestas de 10 minutos.-Tenzo, ¿crees qué lo podrá lograr?-. Me tomó de sorpresa su pregunta, así que tuve que pensarlo mientras observaba a Naruto en la cascada.
-Al principio no tenía mucha esperanza, pero por lo que veo, siento que lo logrará en algún momento. Es un obstinado, no se rendirá tan fácil-. Sólo dije que lo que sentía al verlo, me sentía feliz (aunque cansado) ayudando en esta "misíon".
-Sí, tienes razón eso-. Se notaba que sonreía, pero esa mascara no dejaba ver mucho.
-Oye Sempai, podríamos descansar por hoy, en serio necesito recuperar energías o no podré ayudar con una nueva aparición del Kyubi-. Le pedí en una pequeña suplica, espero se apiade de esta alma noble.
-Jaja, está bien Tenzo.- Aunque le recuerdo que me llame "Yamato" él sigue ocupando mi nombre real-. Le diré a Naruto que te deje descansar por hoy, lo haré ir por comida o algo, y dormirás más apartado, sé que no quieres un Resengan cerca tuyo-. Lo miré con una cara de felicidad, bueno, espero que se haya visto feliz, estoy con una ojeras y cara de demacrado.
-¡Muchas gracias Sempai!
Ya llegando la tarde
-Naruto, lo dejarémos por ahora.- Solté el Jutsu que utilizaba, me tiré de espaldas al suelo, al fin.
-¿Qué? ¿Por qué Kakashi sensei? Todavía tengo que entrenar, así podré terminar más rápido-. Piedad por favor.
-Sé que aún tienes que entrenar, pero mira a Yamato, está agotado-. Sentí sus miradas.
-Oh, se me había olvidado, perdón Yamato sensei.
-No te preocupes Naruto, mañana estaré bien, por ahora sólo quiero dormir-. Con suerte le di una mirada y sonrisa.
-¡Sí!
-Naruto, ve a la aldea, me quedaré aquí mientras él duerme. También, trae algo de comer para mañana, no te olvides.
-Bueno, bueno, no se me olvidará. Que descanses Yamato sensei, nos vemos en la noche o mañana temprano-. Así que, tal vez, no llegue a dormir acá, yo quiero mi cama. Agh, no importa, ya no estoy sintiendo nada, por fin.
Desperté desorientado, estaba oscuro, pero la luna hacía que hubiera una luz tenue. Me di cuenta que estaba tapado, recordé lo último que sucedió y traté de localizar a Sempai. Lo vi sientado mirando las estrellas, parecia tan calmado, ¿qué hora sería?. Me levanté, ya más tranquilo, me encaminé hacia donde se encontraba.
-Hasta que despiertas, parecia que estuvieras desmayado-. Creía que no se había percatado de mi presencia. Me senté a su lado.
-Oh, vamos Sempai, es agotador estar con un Jutsu tanto tiempo, usted sólo observa y lee su libro de pervertidos, nosotros hacemos el trabajo duro-. Lo miré, seguía mirando el cielo-. Además, las noches no son las mejores si debo estar atento a un ataque.
-Tenzo, te has vuelto un anciano.
-No más que tú, yo sigo en mi plena juventud. Ya le he dicho que me llames Yamato, Ya-Ma-To, no es tan difícil y me es más comodo-. Ahora me miró.