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Después de un rato sus lágrimas se calmaron y se levantó caminando casi como alma en pena hacia el piano que yacía en un rincón de su habitación. Hace tiempo no se sentaba a tocar, hace tiempo no le dedicaba amor a su antiguo amigo... este era un buen momento para volver a charlar ambos. Se dejó caer en el banquillo del piano y pasó un dedo por una de sus teclas, dejando escapar una sonrisa débil junto a la nota que percutía este, dejo caer su dedo en otra y luego otra más, para luego unir el resto de sus dedos a la tocada. La melodía era armoniosa y cálida, se movía levemente agachándose un poco para volver a incorporarse así sucesivamente, pero sin dejar de tocar, sin detener sus dedos que se deslizaban y saltaban de una tecla a otra complementándose perfectamente...

"- ¿Hyung puede tocar para mí hoy? –las delgadas manos del chico se deslizaban desde el mentón de Yoongi hasta su clavícula desnuda haciendo que se le escapará una sonrisa.

Lo observaba tan atento, aunque no estuviera haciendo nada, porque sabía que al mirarlo el chico castaño soltaría una sonrisa: su sanadora sonrisa.

Dejo escapar un suspiro pesado-está bien –se sentó en la orilla de la cama tomando su bóxer y lo deslizo por sus piernas hasta que estuviera en su lugar correcto. Se hizo camino hasta el piano que estaba en la habitación- no entiendo porque tienes piano si no lo tocas –soltó casi con un tono molesto mientras se sentaba en el banquillo. Movió sus dedos antes de comenzar a tocar llenando la habitación con su melodía. Sentía los ojos de Yuta observarlo con esa sonrisa que lo hacía sentir tan calmado y bien, que hacía que su respiración se detuviera, pero al mismo tiempo le daba una razón para su respiración continuará."

Detuvo sus manos al sentir una mirada detrás haciendo que soltará un suspiro pesado creyendo que era el chico castaño, dio la vuelta con cara inexpresiva pero para su sorpresa no era quien esperaba... al ver aquel cabello rubio su expresión cambió levemente pero no lo suficiente al recordar que lo había llamado en su carrera hacia la habitación al llegar a casa.

- ¿Qué pasa Yoonie? –los labios carnosos del mayor se curvaron formando una sonrisa sin separarlos.

-No... no es nada, Jin. Déjalo así –dijo casi en un murmuro y fijó su mirada en el suelo.

El rubio quedo mirando a su amigo, sabía que le mentía, sabía que no estaba bien. Conocía hace más de 7 años a Min Yoongi, no era normal que en sus pálidas mejillas hubiera un camino de lágrimas, él no era de demostrar sus sentimientos, de hecho, habían sido contadas con los dedos de las manos las veces que pudo ver al pálido llorar y fue por una situación en especial... Jin realmente tenía cariño por Jungkook, pero lo odiaría si hiciera que Yoongi viviera la misma situación de la que tanto le costó salir.

-Yoongi –su tono de voz sonó serio- no me mientas... sabes que no puedes hacerlo.

El pálido apretó sus labios entre sí sabiendo que era verdad: no podía ocultarle nada a Jin, él aprendió a leer el lenguaje de su cuerpo, aunque se esmerará en no demostrar mucho. – Lo sé...-forzó una sonrisa sin mirarlo- al menos lo intenté –esta vez levanto la vista encogiéndose de hombros.

- ¿Qué ocurrió? –el rubio dijo casi en un murmuro y extendió una mano moviendo un poco el flequillo blanco de su amigo para acomodarlo.

-Los vi... lo vi con su novia. Es casi una chica de en sueño –una sonrisa triste apareció en sus labios mientras hablaba- y luego estaba ahí yo: el estúpido Min Yoongi enamorado del chico que tiene novia –soltó una carcajada que se quebró haciéndolo morder su labio y rápidamente bajar su cabeza ocultando su rostro-

No pudo decir más, de seguro su amigo se sentía realmente roto. Yoongi siempre tuvo problemas con su autoestima, jamás se sentía suficiente para nada ni nadie y los comentarios que siempre solía escuchar no eran de mucha ayuda, pero Min no fue tan tonto: uso esos comentarios para seguir adelante y callar muchas bocas. Siempre admiro eso de su amigo, intentó muchas veces que los comentarios que llegaban a sus oídos no le afectaran, pero él no era como Min Yoongi... Jin no era tan fuerte como su amigo.

Se levantó para agacharse un poco y estrechar entre sus brazos al delgado chico que aún se encontraba cabizbajo porque su orgullo era demasiado grande como para que lo vieran así –aunque SeokJin fuera su amigo desde hace años... el orgullo iba primero-. Yoongi se quedó quieto sin corresponder al abrazo, Jin separándose después de un rato sin importarle el no ser abrazado de vuelta por su amigo, ya acostumbrado a su forma de ser. Vio que el chico de cabello blanco miraba fijamente la puerta con su mirada inexpresiva... aguantando las ganas de gritar o de llorar... o correr.

- ¿Es... estas bien? –la voz suave y tímida inundo la habitación. Jungkook había llegado hace un momento atrás justo para ver al mayor de sus amigos abrazar a Yoongi, decidió quedarse en silencio mientras jugaba con sus dedos esperando a que Jin dejará de abrazar a Yoongi. Sus dedos se movían entre si nerviosos al igual que sus ojos inevitablemente reflejaban la preocupación por su Hyung.

Jin acarició el cabello de Yoongi por última vez y salió de la habitación dándole una pequeña sonrisa a la pasada al pequeño. Se escuchó un suspiro en la habitación de parte del pálido mientras se levantaba del asiento...

- ¿Puedes irte? –dijo parándose a los pies de la cama evitando totalmente el contacto visual con Jungkook.

- ¿Q-qué? –las cejas del castaño se juntaron un poco ante la petición de su Hyung- ¿n-no... no dormiremos juntos hoy?

El blanco pelo del chico cubrió su rostro en cuanto bajo la cabeza-sólo vete, Jeon. –la voz de Yoongi era fría y seria. No había ningún rastro de cariño en esta.

-Hyung... -antes de poder seguir, el castaño se vio interrumpido. - ¡Cómo no puedes entender que necesito que te vayas! –jamás le había alzado la voz a Jungkook, jamás pensó en alzarle la voz a Jungkook. El menor lo miraba impactado, no sabía cómo reaccionar, por inercia salió de la habitación sin poder decir más.

En cuanto salió la puerta se cerró de un portazo tras de él, la melena del menor se vio arrastrada por la pared junto a la puerta al este deslizarse hasta quedar sentado en el piso intentando analizar la situación. "¿Por qué actúa así? ¿Qué hice mal? ¿Por mi culpa esta así?" las preguntas inundaban la cabeza de Jungkook mientras en su pecho sentía una presión que crecía más y más a medida que el rato pasaba y los blancos cabellos de Yoongi no aparecían o los gatunos ojos de este no lo miraban invitándolo a dormir.

Duele tanto perder un amigo... pero duele aún más cuando lo pierdes por culpa de tus malditos sentimientos.

Y ahí estaba Min Yoongi... en el mismo oscuro lugar del que Jungkook lo sacó: botella en mano, mejillas húmedas y una larga noche por delante llena de malditos pensamientos golpear su cabeza. 

Frozen Heart [Yoonkook]Where stories live. Discover now