3rd.

247 26 9
                                    

Y bien, aquí estoy con algo de nervios, Wonho había mencionado que tendría preparada una cita, éste chico prácticamente me estaba obligando a salir con él, a estar con él, me quería única y exclusivamente para él. No tenía idea hacia donde iba a ir todo esto.

El golpe hacia la puerta me hizo volver a mis sentidos, un hombre se asomaba apenas por la puerta indicándome que ya debía salir de la habitación. Después de tanto tiempo saldría de esas cuatro paredes, nerviosamente acomodaba mi cabello mientras seguía aquella persona que me indicó subir a un auto, pero algo que me sorprendió, es que me colocaron una capucha para así evitar que yo viera hacia donde nos dirigíamos. Había visto eso en películas y en series, pero jamás imaginé que algo así me pasaría.

— ¿A- A dónde vamos? — Pregunté esperando a que alguien respondiera, pero nadie lo hizo.

Posteriormente de unos 20 minutos de recorrido, el auto al fin se detuvo y mi vista fue liberada. El mismo hombre se encontraba abriéndome la puerta, comenzó a guiarme por un establecimiento que a simple vista parecía ser un restaurante, que al juzgar, parecía estar vacío. Subimos a una segunda planta donde yacía una sola mesa que se encontraba alumbrada, mi destino estaba ahí, pues el hombre me señaló a que tomara asiento y avisó que Wonho estaba a punto de llegar, una vez dicho eso, se retiró dejándome sola. De manera inmediata mi vista comenzó a buscar alguna vía de escape, buscaba encontrar una puerta de emergencia que me otorgara la oportunidad de salir de ahí.

— Buenas noches. ¿Le ofrezco algo de tomar? — La voz de un chico acató mi atención.

— Ah.. No, esperaré a que llegue mi acompañante. — Respondí con una sonrisa, y en ese momento se me ocurrió la excusa perfecta. — Disculpa ¿Dónde se encuentran los baños?

— ¿Pensando en escapar? — Salte en mi propio asiento cuando le escuché hablar tan cerca de mi oído. — No te tomes tal molestia, bonita. El lugar está custodiado de igual forma.

— Demonios, me haz asustado. — Expresé mientras maldecía por dentro aquel hombre. Mi enojo parecía haber pasado a segundo plano cuando mis ojos recorrieron su cuerpo. "Se ve jodidamente atractivo" admití cuando le vi vestido tan formal, se veía tan imponente en ese traje, que me hizo ver la realidad en ese momento. "Se trata de un tipo poderoso, ¿cómo puede haber logrado todo esto si tenemos la misma edad? Demonios ¿en que carajos estoy metida?"

— Ese era el plan. — Admitió mientras mi entrecejo se frunció y deje ver mi molestia, que aquello pareció haberle causado gracia. —

— No le veo lo divertido. — Le comenté mientras me cruzaba de brazos. —

— Lo siento, es que te ves hermosa incluso enojada. — Unas de mis cejas se alzó ¿había escuchado bien? Wonho estiró uno de sus brazos por sobre la mesa para así ofrecerme a tomar de su mano, por lo cual me negué siguiendo con el cruce de mis brazos y retirando mi vista de él, pero el llamarme con una voz de advertencia me hizo quebrantar, accediendo a tomar su mano y así conducirla hacia sus labios. — Perdóname, no quiero que te enojes conmigo. Me ha costado ganarme algo de tu confianza.

— A la fuerza, así cualquiera podría. — Contesté sin medir mis palabras. El chico dejó de besar mi mano para volverme a ver con aquellos ojos fieros, liberándome de su agarre mientras su voz se alzó fuertemente llamando al joven mesero. Se le notaba lo molesto, pero había dicho la verdad y no iba a retractarme, aunque debería de hacerlo, ese hombre me causaba demasiados escalofríos cuando se comportaba serio, parecía tener doble personalidad.

El pobre chico un tanto asustado se acercó a nosotros para así tomar la orden de Wonho primeramente, posteriormente se dirigió a mí, y no supe responder, pues ya que no se me apetecía comer nada, pero tenía qué, sentía que los ojos del rubio me estaban atravesando el pecho. El silencio comenzó a incomodarme una vez que el mesero se había retirado, ni siquiera quería voltear a verlo, sabía que me encontraría con esa mirada penetrante.

— ¿Hasta cuándo vas a dejar de rechazarme? — Cuestionó rompiendo el silencio. Yo simplemente suspiré y agaché mi cabeza, observando como mis pulgares jugaban entre si. — Contéstame.

— Esto no es fácil, Wonho. ¿Cómo pretendes que te acepte de ésta manera? — Necesitaba que entendiera que ésta no era la forma de tenerme, pero era un cabeza dura.

— Estoy siendo bueno contigo, trato de que pasemos un rato agradable haciendo lo que más te gusta. — "Es un terco." Pensé.

— Corrección, estás haciendo lo que se te plazca. — Su puño golpeo la mesa y eso me alarmo. Wonho estaba comenzando a respirar más rápido, debía cerrar mi boca, lo estaba provocando demasiado, pero a la vez no podía continuar con todo lo que él estaba llevando acabo.

— Si sigues poniendo trabas entre nosotros, entonces si serán las cosas como a mí se me plazca. — Sentenció mostrando aires de superioridad, lo cual eso me molestó mucho más que anteriormente. Ahora era yo quien empuñaba mis manos, y trataba de que mi coraje y mis ganas de llorar no me ganaran, deseaba tanto golpearlo pero era una idea totalmente estúpida. — A puesto que quieres golpearme. — Comentó un tanto burlesco y eso me sacó de mis casillas por un segundo.

— ¡Idiota! ¡Eres un estúpido! — Vociferé mientras me levantaba de la mesa dispuesta a abandonarlo. Pero ni siquiera pude dar más de dos pasos cuando Wonho me detuvo y me jaló sin ejercer demasiada fuerza y así apegarme a él.

— ¿A dónde crees que vas? ¿A caso pensabas abandonarme, cariño? — Estaba que reventaba, así que no pude aguantarme más y comencé a golpearlo e insultarlo, pero él simplemente recibía mis golpes sin querer defenderse, eso me hacía sentir incluso mucho más estúpida.

— ¡Te odio Shin Hoseok! ¡Jamás voy a quererte! — Le grité, logrando que Wonho detuviera mis golpes y me observara con furia. Éste tomó mi mentón para acercarse y besarme no de la manera más tierna, comencé nuevamente a tratar de zafarme de él pero no podía despegarme ningún centímetro. Mis quejas eran ahogadas contra su boca, tomándome por sorpresa cuando su lengua se introdujo sin más, provocándome un gemido y un jadeo por parte de él cuando nuestras bocas se unieron de esa manera.

— Vuelve a repetirlo. — Murmuró sobre mis labios. Su aliento golpeaba fuertemente contra mi rostro mientras yo luchaba por recuperar el aire, ese beso me había trastornado un poco, incapaz de poder responderle.

— Por... ¿Por qué me haces esto? — Pude formular apenas con todas mis defensas bajas.

— Porque te amo, me vuelves loco y quiero que estés conmigo. — Respondió mientras tomaba con sus pulgares al final de mi par de ojos para evitar la caída de las lágrimas que amenazaban con salir. — Demonios, no me gusta verte llorar, me siento un miserable. — Habló mientras me atraía de nuevo hacia su cuerpo, acariciando mi espalda y besaba mi cabello. Extrañamente se sentía cálido. — No sabes cuánto sufría cuando alguien te hacía llorar, sólo deseaba consolarte y decirte que todo estaría bien, que conmigo... Todo estaría bien. — Wonho decidió romper aquel abrazo y así obsérvame un par de segundos en silencio. — Sólo dame una oportunidad de demostrarte que..

— Déjame ir... Por favor. — Supliqué mientras tenía en esos momentos el valor de verlo a los ojos.

— No puedo. Pídeme lo que quieras pero eso no. — Tenía una leve esperanza de que Wonho pudiera apiadarse pero su respuesta fue firme y eso me frustró que no pude aguantar llorar con una cría. —

El rubio sólo me sostuvo en silencio, en ese momento estaba comenzando a hacerme la idea de que nunca me dejaría en libertad, pero a la vez, comencé a pensar en aquel dicho "si no puedes con el enemigo, únetele" tal vez y así conseguiría liberarme.


........
Si les está gustando la historia, déjenmelo saber con sus votaciones y/o comentarios<3 

Atada a mi. [HETERO WONHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora