Cuando te enamoras sin querer

Puente

Seguimos caminando hasta que llegamos a una casa bastante grande y lujosa.

- Esta es mi casa- Daijo Manuel invitándome a entrar.

Yo me quedé un poco asombrada porque, aunque Manuel me hubiera hablado de su casa, nunca me la había imaginado tan grande.

Antes de entrar por la puerta principal, me paré.

- Seguramente estén tus padres y no quiero molestar-Dije con vergüenza.

-No están, se han ido con mis tíos a un bar de copas, lo suelen hacer cada fin de semana, así que tardarán bastante en volver -Afirmó Manuel.

-Pero, ¿Y tu hermana?- Le pregunté

-Mi hermana se ha ido esta tarde a Cádiz con su novio, así que no volverá hasta que termine el puente-Dijo Manuel.

Al decir esto, me convencí y decidí entrar en casa de Manuel.

Justo al entrar había una gran sala de recibimiento y en el techo una lámpara de araña muy lujosa.

Fuimos hasta el salón y allí Manuel me preguntó si quería ver una película, yo le dije que sí y empezamos a ver "3 metros sobre el cielo", una película romántica en la que el protagonista es Mario Casas.

Cuando está terminó me encontraba muy cansada.

-¿Quieres quedarte a dormir en la habitación de mi hermana? Te veo muy cansada, y para llegar a casa de tu tía hay un camino muy largo. -Dijo Manuel ofreciéndome que me quedara.

-Voy a llamar a mi tía y se lo voy a decir-Dije yo con una voz de cansada.

Cogí mi móvil y marqué el número de mi tía, solo tuve que esperar unos cuantos toques para que lo cogiera.

-Dime Jessi, ¿Dónde estás?- Dijo ella.

-Estoy en casa de Manuel, me ha dicho que me quedé aquí está noche, porque ya es muy tarde y está muy lejos de tu casa- Dije yo intentando convencer a mi tía.

-Vale, quédate está noche, mañana por la mañana te vienes, tenemos planes tu tío y yo para ir a unos cuantos sitios- Dijo mi tía.

- Vale, hasta mañana- Dije yo colgando el teléfono.

Manuel me dijo donde estaba la habitación de su hermana, y allí me dijo que me probará uno de los pijamas de la hermana, y eso hice. Me lo probé y me quedaba bien.

En la cama había un colchón debajo y Manuel me dijo que se iba a dormir ahí, para que no estuviéramos solos.

Poco después, los dos estábamos dormidos.