Capítulo I: Incertidumbre

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Me desperté con un mal sabor en la boca.

−"Que raro, siempre me lavo los dientes antes de salir a la calle" −pensé en voz alta mientras me sobaba la sien porque me dolía.

Segundos después de tener la mente en blanco caí en cuenta, no era un chichón lo que me producía tal calvario, sentí un artefacto cuadrado del tamaño de mi uña y una cicatriz un poco más grande cauterizada con gran precisión, de la cual tardé advertirme. Abrí los ojos, pero el sol me encandeció, puse una mano en frente mío para tapar la luz y por fin pude apreciar donde me encontraba.

 Aún en el suelo miré para ambos lados, no vi nada más que montañas de arena que formaban un valle en el cual me encontraba, me asusté tanto que retrocedí un poco en cuatro patas, pero con el torso mirando hacia el cielo, mala suerte tuve, pues mi primer encuentro con un ser vivo fue  con un cactus pequeñito que aplasté con mi mano derecha, procedí a quitarme las espinitas con un pequeño shishido hacia adentro a la par que quitaba las primeras.

En ese instante, inconscientemente, mis ojos se abrieron como platos y miré hacia arriba... sentía el calor del sol y, efectivamente, ahí estaba... Pero el cielo dejaba ver un patrón de hexágonos que formaban lo que parecía ser una cúpula, Asustado, salí del "valle" de arena en el que me encontraba y casi tropecé con un inmenso vacío. Desde esa perspectiva logre ver que no estaba atrapado en una cúpula, si no en una esfera.  Aprecié 4 pirámides de igual tamaño, con base hexagonal, pero invertidas... cada una a más altitud que la anterior, yo me encontraba en la más baja. No sabía donde estaba, tampoco como llegué allí, ni quiera si sobrevivía, solo sabía que tenía que salir de allí.

Aquats: Catalizadores evolutivos.Where stories live. Discover now