Aquats: Catalizadores evolutivos.

Capítulo IV: Esfera reductora

En cuanto llegamos al renombrado vértice me senté  en la sombra que producía el 2do hexágono.

-Bueno, mi nombre es Award y sí, mi madre no era muy ingeniosa con los nombres pero que igualmente en paz descanse. ¿Cómo es el tuyo?

-Borja -respondí con un desgano notable-. Mira, no estoy seguro de nada, fuí a comer hamburguesas y terminé siendo el conejillo de indias de unos calamares con complejo de pac-man. Así hasta que no me demuestres que existes te seguiré ignorando.

-¿Pac-man? 

Lo miré frustrado y lo aparté de mi vista con el antebrazo, estaba cansado de tanta palabrería y aun no podía divisar la llegada de mis compañeros. 

Pasó un largo rato hasta que, rabioso de la impaciencia que me caracterizaba, pateé la arena en dirección al abismo, pasaron un puñado de segundos hasta que la arena chocara con la esfera y fuera arrastrada por la gravedad hasta su punto más bajo, lo que me informó de la solidez de la misma.

-Es una esfera reductora -mencionó Awand-, yo mismo la diseñe, ajusté sus parámetros para que cualquier material que entre en contacto con ella y entre dentro del rango de masa que definí, sea reducido y guardado en su interior. Trabaje en ella en incógnito, pues mi hermano ya me había comentado su nuevo deseo de que la sangre humana manchara cada centímetro de tierra. Su rebeldía ante su antiguo "yo" se produjo a causa del asesinato de nuestra madre -hizo una pequeña pausa mientras miraba al suelo-... a manos de una tribu aborigen de humanos. 

-Aquí huele a gato encerrado, si no me estás mintiendo ¿Por qué no usaste la esfera para encerrarlo aquí?

-Eso intenté... Estaba justo detrás de su espalda, apunto de reducirlo, cuando fallos en la programación  hicieron que la deshabilitación de reducción y guardado de la esfera durara menos de la esperado, encojiendome a mí y dejando a disposición de Roxs la esfera.

Cuando la diseñé solo creé esta pirámide, pero luego de un largo rato en el que estuve dentro de ella, ya con la piel reseca y a punto de morir, Roxs metió las otras 3. A ratos llegaban humanos y especies submarinas a lo que parecía un juego de "Saw" oculto bajo la apariencia de un juego de supervivencia en plataformas. Supuse a raíz de mis charlas con el, en las cuales me vociferaba a viva voz lo que les haría a los humanos si tuviese las herramientas necesarias, que creó este juego macabro para saciar su sed de sufrimiento ajeno. Pero parece que no la sabe configurar por completo, sino ya hubiera metido a toda la humanidad aquí adentro.

-Bueno, hay que pensar en soluciones. Es obvio que la meta es la 4ta pirámide, ahora ¿Cómo hacemos para subir a la segunda? Porque no veo ninguna escalera mágica.

-La verdad que no lo sé -dijo Awand mientras caminaba así a mí-, cuando hice esta pirámi...

Lo ví quedarse quieto y callado durante unos pocos segundos hasta que finalmente se desvaneció por completo. Me acerqué con cuidado y ví, casi totalmente tapada por la arena, una plataforma con un símbolo que parecía una ola. No dudé ni un instante y me paré sobre ella.

Una rara picazón por todo el cuerpo fue lo que sentí mientras mi vista se volvía totalmente oscura. Quedé paralizado por la rara sensación, no todos los días te pica el cerebro, hasta que Awand me pegó un cabezazo en el muslo para que reaccionara. Estaba, definitivamente, en el 2do hexágono.