Play me like a love song ❜ ┊ chensung _ jile

6 ; Kiss me on the mouth and set me free

Título; Troye Sivan - Bite.

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Jisung recogió el móvil de su mejor amigo del suelo junto a sus auriculares y los guardó en el bolsillo zurdo de sus pantalones, ya que el gemelo estaba ocupado. Aún seguía preguntándose si acababa de soñar o realmente Chenle lo había encerrado en el baño para jugar y, después, besarlo. Sus labios eran tan suaves y habían encajado tan bien con los propios que había deseado volver a besarlo, pero la huida de su hyung le impidió cumplir sus impulsos.

El punto que estaba avivando la curiosidad de Jisung era la duda si al chino le gustaban los chicos. Siempre había creído que la atracción de su mejor amigo era hacia el sexo contrario. Y entonces, cuando estaba reflexionando aquello, fue cuando se percató de una cosa.

Ambos nunca habían hablado de chicas juntos.

Era obvio que Jisung evitaba el tema porque no quería fingir su inexistente heterosexualidad. Pero Chenle nunca había comentado que le gustaba alguna chica, o siquiera que veía a una bonita. ¡Habían chicas hermosas en el instituto! Pero ningún comentario de su mejor amigo respeto a ellas.

¿Quizás a Chenle hyung le gustan los chicos? ¿O quizás está confundido respeto a su sexualidad?

Jisung sonrió tontamente con la idea de Chenle descubriendo su atracción por los chicos a causa de él mismo. Su corazón volvió a bombear con fiereza y peinó los cabellos de su nuca suavemente.

Fuera lo que Chenle estuviera pasando, el menor iba a descubrirlo fuera como fuera.

Y con una sonrisa traviesa en sus belfos, salió del baño para dirigirse al rincón que desde el momento cero que se conocieron habían nombrado como suyo.

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El recreo había sido tranquilo, y fue un alivio porque, ¡cielos! ambos se habían robado su primer beso. Más exactamente, lo habían compartido juntos.

La única diferencia fue que habían más silencios entre las pocas palabras que compartían, que emanaban pura timidez y, casi siempre, eran acompañadas por pequeñas risas y miradas que rápidamente se rompían.

La curiosidad de Jisung lo estaba comiendo por dentro pero se resistió a ella para evitar romper la magia de esos momentos que ambos ignoraban al completo, intentando fingir que todo estaba como siempre. Lo único que sacó a flote la vergüenza en ambos cuerpos fue cuando el rubio le preguntó cuando estaba libre para quedar, y el castaño le contestó con un tono casi lastimero que aquella tarde no podía. Así que lo aplazaron para el día siguiente.

Esa noche Jisung no pudo dormir más de tres horas. Chenle no ayudó a que se relajara al haber estado hablando los dos hasta las dos de la mañana, deseándole las buenas noches con un "te quiero, Sunggie". Estuvo prácticamente treinta minutos con su corazón latiendo como si hubiera estado corriendo una maratón de un día entero.

Y cuando creyó que ya se encontraba calmado para dejarse llevar por el mundo de los sueños, su cabeza pareció despertarse y recrear miles situaciones diferentes que terminaban con ambos besándose, con Chenle confesando que sí, le gustaban los chicos. O aún mejor. Que le gustaba Jisung.