Historias sin continuidad

Reflexión a media noche sobre el arma más poderosa

Voy a hacer un poco de trampa y empezar a escribir sobre reflexiones que haga sobre la marcha.

Todo ha ocurrido porque estaba escuchando una reseña de un libro llamado Mistborn (Los nacidos de la bruma, en español), ahora no me voy a poner a explicar la sinopsis porque: 1.No me he leído el libro 2.No es lo que me concierne en estos momentos.

Total, he empezado a debatir conmigo mismo si ha existido algún arma de la que dispusiera el hombre desde los inicios de su existencia, que fuese capaz de herir a cualquiera siempre que se usase de la manera correcta, claro, y creo que he llegado a la conclusión de que si existe, puede ser que no lo consideres un arma ya que la definición exacta de arma es: 

Un arma es una herramienta de agresión útil para la caza y la autodefensa, cuando se usa contra animales, y puede ser utilizada contra seres humanos en tareas de ataque, defensa y destrucción de fuerzas o instalaciones enemigas, o simplemente como una efectiva amenaza. Un arma es por tanto un dispositivo que amplía el alcance y la magnitud de una fuerza.​ Según otra interpretación, podrían definirse como los dispositivos más sencillos que utilizan ventajas mecánicas para multiplicar una fuerza.​ En ataque, las armas pueden ser utilizadas como un instrumento de coacción, por contacto directo o mediante uso de proyectiles. Estas herramientas, por tanto, van desde algo tan sencillo como un palo afilado a un complejo aglomerado de tecnologías.... y un larga definición

El arma que yo he encontrado no se asocia con esta definición del todo ya que no necesita de fuerza para emplearse, la puede usar cualquiera, y cuando digo cualquiera es cualquiera que sepa escribir. Hablo de un arma que se puede utilizar para defenderte, atacar, influir o coaccionar a otras personas, siempre que sea un ser humano y que cumpla un requisito es un arma infalible.

No hablo de otra cosa que de las palabras, los gestos y otro tipo de símbolos, diariamente los usamos y tienen una fuerza que no alcanzamos a comprender, con ellos podemos conseguir infinidad de cosas que no estarían, normalmente, a nuestro alcance, el único requisito que debe tener el receptor es que entienda lo que queremos expresar, o se intente hacer una idea de ello, es tan simple como eso. También se puede pensar en ello como método disuasorio, por ejemplo, estas en un túnel, tienes una pequeña linterna y ante ti hay una puerta vieja, como tu vida no te importa decides entrar, al entrar enfocas la pared y ves que hay un texto tallado en ella, y al lado, mejor dicho, en toda la habitación ves marcas que simbolizan una cuenta, instantáneamente vas a intentar pensar en porque eso esta ahí, te da angustia el no comprender la situación, y eso, es algo normal. 

Este arma al no contar con un peso físico, lleva el terreno de juego a un plano psicológico, te crea dudas, inseguridades, hace que te confíes, alegres, ilusiones, entristezcas o enloquezcas, básicamente esta jugando con tus emociones, y es verdad que todos tenemos un punto flaco, por lo tanto si sabes como usar esto eres imbatible, el chantaje, la influencia y la seducción están a tus pies, el domino de la palabra es el mejor arma.  

Puede que esto lo amplie en el futuro.