Cenar contigo (parte 2: Agustín)

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Hacia un rato nos habíamos sentado a comer. La noche transcurrió muy bien (siempre era así cuando estaba con ella), reímos mucho, y degustamos de el salmón que había preparado con tanto esmero.

-Y, te gustó la comida? (Pregunte para sacar tema de conversación)

-Siii Agus, te pasaste

-Que bueno que te haya gustado, y por cierto me encantó que vinieras. La próxima ya no necesitas invitación, y menos de mi mamá.

Gracias por todo. Pero qué hora es?

-Nose. (Respondí agarrando mi celular que estaba del otro lado de la mesa)

-21:40 dije, y salimos corriendo para sentarnos en el sillón y mirar el capítulo de Simona de hoy.

Justo lo enganchamos empezando. Era el capítulo 27. Allí Dante le confesaba a Simona que era ella la chica de la cual gustaba.

El día que lo filmamos también debíamos actuar que estábamos en la fiesta de Ailín.
Romeo y Dante la veían entrar a su amada desde la cocina pero ella se acercaba hacia Gastón que hacía de Romeo. Recuerdo que eso me provocó algo distinto por dentro, ya que me costaba diferenciar la realidad de la ficción, hice caso omiso y seguí actuando (aunque fue bastante natural porque estaba celoso quizás?)

Hablando de Angelita, ella se encontraba con su cabeza apoyada en mi hombro mirandose atentamente actuar y haciéndose algunas correcciones por lo bajo (pero yo sí las escuchaba).

En un momento agarro su celular e hizo una foto en la que se mostraba natural y preciosa cómo era, con sus ojitos cerrados. Yo no me veía, pero había gente que se iba a dar cuenta que era yo el sostén de su cabeza en esa situación. La subió a su historia de Instagram y no pasaron ni 5 minutos que comenzaron a llegarle muchos mensajes interrogando si estábamos juntos o no.

-No crees que se dieron cuenta que estás acá, en mi casa? (Solté sin ningún tapujo)

-Jaja, si lo saben. Pero somos amigos no?

Por dentro moría de ganas de decirle que la estaba viendo de otra manera y declararme como lo hizo Dante hacia Simona, pero me contuve y solo dije

-Si,es tu cuenta y haces lo que querés. Y qué bien me hace que seamos amigos-

En ese instante su cara cambio de una manera muy notoria pero para remediarlo fui a abrazarla, y como ya era costumbre le di un beso en la cabeza, por lo que el abrazo se intensificó de su parte y me sentí muy feliz de tenerla así a mi lado (a pesar de que no fuera en la manera que yo querría)

Nos alejamos un poco y me dijo que ya se hacía tarde para irse a su casa.

-Pero todavía no terminó el capítulo. DALEEE quédate hasta que Dante le diga a Simona que le gusta y te llevo (insistí haciendo pucherito y aflojó rápidamente, porque justo había comenzado la segunda parte del programa)

Nuestra velada continuó con ambos actuando nuevamente la escena y riendo a carcajadas por el acento español que le habíamos puesto a cada palabra.

Lavamos los platos y se habían hecho las 23:30, por lo que le pregunté:

-Segura que querés que te lleve? Ya es tarde y quién sabe a qué hora vamos a llegar y cuando voy a volver yo?

-No Agus, a parte no tenés lugar para dormir. Cada uno en su casa y listo.

-Dale Amiga, no tengo ganas de sacar el auto ahora. Yo me ofrezco a dormir en el sillón y vos en mi cama. Te presto algo y Mañana antes de ir a grabar pasamos por tu casa buscas ropa te bañas y encaramos para Don Torcuato.

Me miró analizando mi cara.
Ya era la segunda vez que le insistía en el día pero era la verdad. Se había hecho tarde y la pasamos tan bien que la hora se pasó completamente.

Después de unos segundos dijo
-Bueno, pero la próxima vez que pase esto por lo menos déjame que me traiga mi propio pijama así duermo más cómoda

-No creo que exista algo más cómodo que dormir con mi ropa- Dije soltando una risa, haciendo que ella se contagie y acabemos riendo al unisono.

Acto seguido, le di mi pantalón más pequeño, y a su vez una remera de Marama que aún guardaba. Me la habían dado en un talle XS y ya no me entraba, por eso sí Angelita quería devolverla podría quedarsela tranquilamente.

-Podes cambiarte en el baño, si querés. Dije insinuando que no debíamos hacerlo en el mismo cuarto.

-Sisi, gracias anfitrión. Y se dirigió al baño de mi habitación.

Luego de esto yo busqué ropa para poder dormir, aunque algo un poco más abrigado, porque no había calefacción en el living, donde yo dormiría.

Comencé a desvertirme y a ponerme el pantalón del pijama largo. Después me saque la camiseta y en un momento sentí la mirada penetrante de alguien. Era ella que estaba detrás mío en el umbral de la puerta, obvservandome detenidamente... Agite mi mano para poder sacarla del transe en el cual se encontraba y ahí fue cuando volvió al mundo y se disculpó por lo ocurrido. (A todo esto yo seguía sin remera y muy cerca de su cuerpo)

Se comenzó a poner incómoda y lo noté al instante, y para remarcar, me gustaba ponerla nerviosa a mi manera.
Se hizo a un costado y encaró para la cama, amagando para acostarse.

Antes de se perdiera en mi cama le pregunté.

-No te vas a despedir? Mira que no dormimos juntos eh! (Dije en modo de reproche)

Se levantó, me agarró el cachete izquierdo con una mano, y presionó su labio sobre mi mejilla haciendo que este beso suene.

-Chau Agustin, que descanses

  Al dirigirme a la cama la sonrisa no se podía borrar de mi boca, después de ese beso tan cálido y sabiendo que se encontraba a tan pocos metros de distancia, causaron en mi una gran tranquilidad.

Lo peor es que cada día la quiero más y se hace difícil ocultar lo que me provoca su cercanía.



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