NIGħŦMARES «ŦRAÐUCIÐA»

¿Un Peligro para Mi mismo?

Me desperté sobre lo que sentía como la mañana siguiente, excepto que no estaba en mi habitación con Shizuo, donde debería haber sido. Estaba en una habitación blanca, en una especie de cama de apariencia de hospital. Mis muñecas y tobillos se restringieron. Empecé a entrar en pánico. Golpee contra mis límites tratando de liberarme. Estaba tan confundido y desorientado. Grité tan fuerte como pude tratando de llamar la atención de alguien - de cualquiera.

Una enfermera mirando a la habitación corrió a la habitación, con una mirada sorprendida en su rostro. "No pensé que estarías despierto durante algunas horas más. ¿Puede usted por favor cálmese Sr. Orihara?" Ella habló tan tranquila como ella podría. Obviamente sabía quién era yo, y lo que podría hacer. La miré en sus ojos verdes.

"¿Dónde estoy?" Yo grité. Quería saber qué diablos estaba pasando, y quería saber ahora. Mi visión comenzó a desencadenar mientras podía sentir las lágrimas entrando. "¿Dónde está Shizuo?" Yo quería a mi Shizu-chan. Sabía que me haría sentir mejor. La enfermera evitó el contacto visual y habló lentamente y sinceramente.

"Estás en Shinjuku North Mental Facility, y el Sr. Heiwajima es muy violento y un peligro para ti. No entiendo por qué querrías verlo, pero no habrá visitas de nadie, especialmente él, hasta que tomes un medicamento y te recuperes de todo el estrés y la confusión mental que te está afectando ", golpeé mis restricciones más violentamente, haciendo que la enfermera retrocediera.

"Shizuo es mi novio, y exijo verlo, o no tomaré ninguna de sus estúpidas medicinas, ni veré a ninguno de tus consejeros! Él es mi consejero, y él es la razón por la que estoy vivo ahora mismo y si tú no me das tu maldita aprobación para verlo, entonces personalmente serás la responsable de que me pudra en esta mierda! " Mi temperamento estaba aumentando y también mi ritmo cardíaco. No podía soportar estar confinado en una impecable habitación blanca con enfermeras diciéndome cuándo estaba bien comer, cuando estaba bien ir al baño, cuando estaba bien hablar, no podía soportarlo.

La enfermera me miró en estado de shock ante mi súbito arrebato. Alrededor de 3 emociones diferentes se registraron en su rostro a la vez, y luego llamó a la recepción desde su walkie talkie como dispositivo. "¿Heiwajima todavía está en la sala de espera?" La enfermera preguntó. La voz de otra señora habló desde el dispositivo diciendo algo como 'Sí, él no se irá', no podía decir exactamente porque la estática que venía de la otra línea era tan mala que era casi como intentar distinguirme las palabras que la otra persona dijo eran una tarea imposible. La enfermera suspiró y murmuró: "Envíalo a la habitación 316".

La enfermera se acercó a mi lado de la cama y me liberó de la cama, pero me dijo que era solo por un tiempo. Mis muñecas y tobillos estaban libres, y finalmente pude sentarme. Poco después, Shizuo corrió a través de la puerta y se dirigió a mi cama para prácticamente abrazarme en el más fuerte abrazo en el que alguna ves me había sumido. Estaba temblando y besando mi cara una y otra vez, en un lugar diferente cada vez.

Sujeté su cara entre mis manos y lo miré a los ojos, "¿Qué pasó? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo llegue aquí?" Si alguien lo supiera, sería él. Lo último que recuerdo es que estaba en sus brazos, tranquilo y dormido. . Ahora estaba aquí, en un hoyo infernal.

"Bueno, en primer lugar, este hospital es copropiedad de Yagiri Pharmaceuticals. Celty le contó a Shinra lo que había sucedido con tu autolesión, y Shinra se asustó y me culpó por ello. El llamó a Namie porque ella podría llegar hasta ti más rápido y él le pregunto si podía conseguir que algunos de sus hombres te llevaran aquí. Entraron en tu casa con la llave de Namie y te dieron una dosis de suero para dormir antes de que sus hombres te llevaran. No podía hacer nada Izaya. Me sentí tan impotente. Me tenían con un cuchillo en la garganta y no me podía mover. Lo siento mucho ", explicó Shizuo. Él se veía horrorizado. Me sentí tan mal. Mis deseos nos habían llevado hasta aquí. Fui tan estúpido.

Besé suavemente los labios de Shizuo, "Solo sácame de aquí ..." Lloriqueé. Shizuo miró hacia abajo y murmuró 'No puedo'. Sentí una lágrima perdida correr por mi cara. "Entonces no vayas a casa. Quédate aquí conmigo. Solo por favor no me dejes solo", Shizuo se volvió para mirar a la enfermera como pidiendo aprobación. Ella negó con la cabeza, vacilante.

"No es mi desición. Tendría que preguntarle a la Sra. Yagiri o al Sr. Kishitani" La enfermera, por una vez, nos ayudó con un teléfono para llamarlos. Le di una mirada sincera que decía 'muchas gracias' y comencé a escribir el número de Shinra. Contestó en el segundo timbre.

"¿Holaaa?" A pesar de saber que finalmente había empeorado mis problemas mentales, sonaba como su yo normal y alegre.

"Exijo que llames a Namie y que ella me dé el derecho de tener a Shizuo a mi lado 24/7. Shinra tu no tienes derecho a quitarme mi felicidad. Por favor, tomaré cualquier consejo que me pidas, Solo te suplico, por favor deja que se quede a mi lado, "pude escuchar a Shinra suspirar en el otro lado de la línea.

Habló despacio y con calma, "Izaya, no sé si quiero concederle visitas. Él es la razón por la que hiciste eso con tu brazo ¿no? No quiero que te provoque nuevamente".

Me senté en la cama del hospital sin palabras. Sí, Shizuo podría haberlo provocado la primera vez, pero si sus palabras fueron lo suficientemente poderosas como para hacerme daño a mí mismo, entonces sus palabras fueron lo suficientemente fuertes como para hacer que me detenga. "Shinra. Te lo ruego. Haré cualquier cosa. Solo por favor, no me lo quites. No me quites mi felicidad", escuché a Shinra suspirar nuevamente y luego mascullar 'bien'. Estaba tan feliz que podría haber llorado. Colgué el teléfono y miré a la enfermera. "Está llamando a Namie-uh, la Sra. Yagiri y a Shizuo se le ha otorgado el derecho de quedarse conmigo 24/7. Ese es mi plan de tratamiento".

Shizuo me agarró la cara y me besó apasionadamente. Moví mis labios contra los de él rítmicamente y pasé mis manos por su desordenado cabello rubio. Se apartó de nuestro beso lleno de amor, y se acostó en la cama del hospital, lo que me hizo recostarme también. Cumplí y me acosté a su lado, envolviendo mis brazos alrededor de su cálido cuerpo. Me encantó la sensación que sentí cuando me acosté a su lado, o cuando me contó de dulces promesas que ni siquiera podrían hacerse realidad. Él me dio esperanza y me ayudó a creer en un futuro mejor.

Besé suavemente los labios de Shizuo una vez más, y me acurruqué en sus brazos. Me acosté allí. No dormí, no todavía no. Especialmente porque estábamos en un hospital donde todos sabían quiénes éramos. 

Estuve en paz hasta que el doctor entró en la habitación de mi hospital, "Izaya Orihara, vamos a ver sus heridas y hacerle algunas preguntas. Sé que Yagiri le ha concedido permiso para tenerlo con usted, pero lo necesitamos a usted solo por esto. Lo siento ", dos hombres que ayudaron al doctor me tomaron de los brazos y comenzaron a sacarme de la habitación.

Shizuo se sentó en la cama impotente con una expresión de preocupación en su rostro mientras me azotaba y pataleaba mientras estaba apresado por los dos hombres. El doctor detuvo a los hombres antes de que pudieran sacarme de la habitación, y les pidió que abrazen a Shizuo. Miré confundido en lo que sus intenciones eran, pero antes de que pudiera dar marcha atrás, tenía una aguja clavada en mi brazo, y un líquido extraño me estaba empujando por las venas. Mi visión había empezado a ponerse borrosa. Me levanté débilmente y caminé hacia Shizuo para caer en su regazo casi inconsciente.

"¿Qué coño le hiciste?" le gritó al doctor. El doctor lo hizo callar.

"Si quieres que mejore, lo llevarás a la sala de exámenes y nos ayudarás a tratarlo, ¿está bien?" Apenas podía escuchar al doctor y a Shizuo más. Sentí a Shizuo levantar mi cuerpo inconsciente casi inerte y comenzar a cargarme. No podía escuchar lo que estaban diciendo más mientras me desvanecía en la inconsciencia. Por primera vez en mi vida tenía miedo por mi vida y no podía hacer nada al respecto.