El sol salía nuevamente en la ciudad de Valdivia, hablo en forma de sarcasmo puesto que la lluvia en mi rostro me despertó... En mi techo había una gotera, ya recién despertaba y había empezado mal, hoy era el día en el que iría a una manifestación en la plaza de la república y estaba lloviendo pero eso no me va a detener.
Luego de una hora ya estaba lista para ir al centro, vivía cerca del torreón y no me molestaba el ir caminando bajo las gotas que me mojaban entera puesto que eso me ayudaba a sentir que valía la pena estar viva solamente para sentir la lluvia en mi rostro, dado a mi desconcentración no noté cuando ya estaba llegando a la cúpula en donde habían unos cuantos chicos reunidos reclamando por sus derechos, me uní a ellos hablando con una pareja de estudiantes del Liceo Armando quienes convocaban a estos, ellos gentilmente me presentaron en su grupo y ahí conocí al chico que sería mi perdición.
Era alto, pálido con el pelo negro un poco mas largo que lo que una acostumbra a ver en los chicos y llevaba un poleron verde, estaba todo mojado por lo que me hizo sentir un poco de compasión hacia él y le entregué mi gorro de lana color azul, en ese momento noté el peculiar color de sus ojos; eran rojos y se notaba que lentes de contacto no llevaba.-Ojos bonitos, ten mi gorro, te servirá más a ti que a mi- Le dedico una sonrisa la cual es rápidamente correspondida
-Gracias, me llamo Felix pero ojos bonitos está bien- Ahí escuché su grave voz y luego de eso guiñó un ojo.
Durante toda la manifestación Liz, la organizadora, nos pidió que llevara un cartel que decía "Cada gota de lluvia hace que nuestra lucha florezca" lo cual era muy bonito. Tristemente a los carabineros no les gustó mucho puesto que nos lanzaron agua y bombas lacrimogenas haciéndonos correr por todo el centro. Rubén, quien era amigo mío y novio de Liz nos llevó a Ojitos y a mi hacia el internado del Liceo Santa Maria para resguardarnos de fuerzas especiales.-Puta la wea, voy a tener que lavar la ropa y no quiero- Dice Felix completamente enojado.
-Tranquilo, es solo ropa - contesta Liz
-No es eso, tu sabes que no tengo más ropa que esto.Escuchar eso me hizo un nudo en la garganta, el bello chico solamente tenía lo puesto y vivía en la calle. ¿Quién podría sacar de su casa a su hijo solamente con lo que llevaba?
-No te preocupes, yo puedo lavar y secar eso -Respondo amable lo que hace que él me mire con un brillo en los ojos
-¿De verdad lo harías?
-Te lo prometo y podria pasarte más ropaEn cuanto respondo eso el me abraza haciendo que algo en mi despierte, no sé que era pero en sus brazos me sentía cómoda, me sentía yo, la verdadera Valeria...
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El chico de ojos rojos
Teen FictionSi buscas leer una historia donde los personajes son ingleses que se conocen en un Starbucks o que él es el rudo de la escuela... Esto no es lo tuyo. El chico de ojos rojos es una idea que se me vino en un sueño, por consiguiente quede todo ese día...