El gato blanco del orfanato

1. El gato negro en la puerta

Nakajima Atsushi, era acompañado de Osamu Dazai, Nakahara Chuuya y Akutagawa Ryunosuke en la escuela, es una pequeña historia muy fácil de contar aun que los recuerdos son vagos, hoy día estoy tan gordo que no puedo recordarlo del todo, es la historia de cómo llegue a la casa de Nakahara y me pude tener un hogar, es la historia de cómo un alma volvió a su hogar.

- ¡Atsushi-kun! - gritaba Dazai entrando en el aula

- Dazai-san ¿Qué hace aquí? – pregunto el nombrado mientras sentía la mirada furia de su compañero detrás de él

- Oi que el orfanato donde viviste tu niñez será destruido – dijo Dazai alegre – deberíamos ir

- No quiero ir a un lugar así

- ¡Oe bastardo! – Chuuya había entrado como siempre, pateando la puerta y con el ceño fruncido obra de Dazai, y aunque no fuera directamente el castaño seguramente tenía algo que ver – te estuve esperando a la hora del almuerzo

- Lo siento Chuuya, pero en cuanto me entere de la noticia sabía que debía llevar a Atsushi-kun al orfanato

- ¿el orfanato de Atsushi? – pregunto Tanizaki curioso – escuche que hay fantasma y que por eso lleva tantos años cerrado

- Yo escuche que allí hacían rituales satánicos – decía Higuchi

- Higuchi ¿tú que vas a saber? – hablo por fin Akutagawa molesto

- Así que hablan del orfanato de Atsushi ¿eh? – menciono Rampo que llegaba al aula con su amigo Poe

- Por favor no vayan al orfanato, es peligroso, dicen que un gato negro es quien crea todo – decía Poe – probablemente sea la misma reencarnación de Satanás

- Poe-kun ¿sabes lo incoherente que es eso? – dijo Rampo

- Pero es cierto, dice la leyenda que un gato negro te toparas, cuando este cuide de un lugar es porque Satanás descansa en el

- ¿en-entonces? – pregunto Chuuya

- Es obvio que la puerta no debes abrir – dijo Poe

- AAaaah~ la pie se me puso de gallina – decía Dazai tallándose las vendas

Los chicos siguieron conversando sobre historias de terror y leyendas en el aula, tenían al experto claro está, Poe era un alumno misterioso y muy inteligente, su sabiduría en el género de terror era excelente, incluso él era parte del género.

Dazai había pasado toda la mañana convenciendo al albino de ir, la verdad a Atsushi no le daba miedo, pero odiaba el orfanato donde fue criado, no le interesaba ni por un segundo volver, ya habían pasado 6 años y jamás había sido tan feliz si no el día que piso fuera del lugar y fue adoptado por la familia Nakahara, con ello trajo tantas cosas buenas, como su amistad con Dazai, la rivalidad con Akutagawa, todo era... perfecto así como estaba, su hermano mayor era peleonero y gritón pero era amoroso y bueno, sus compañeros de clase eran divertidos, era un chico normal.

La salida había llegado, Atsushi estaba a Chuuya, el pelinaranja tenía club de artes marciales, fue cuando apareció Dazai y Akutagawa

- Atsushi-kun ¿Qué haces aquí? – pregunto Dazai - ¿y tú club?

- Hoy no tuvimos actividades – dijo sonriente

- Un club de voleibol sin actividades eso es raro – dijo Akutagawa