El gato blanco del orfanato

3. El gato negro y el gato blanco

Habían niños por doquier, su lugar seguro: "el sótano del director" para llegar allí tuvieron que pasar por más niños, al parecer los niños tenían miedo de aquel lugar, aunque les sorprendía pues, eran niños a los que les faltaba un brazo, un ojos, piernas o simplemente no tenían rostro por todo lo que había pasado aquel día en el orfanato.

Respiraban agitados en aquel sótano, debían encontrar la forma de salir con Atsushi, debían salvarle y salvarse. Creyeron estar a salvo, querían estar a salvo en aquel lugar pero el ruido de cadenas los altero, Chuuya tomo la madera de una silla que había roto, la había conservado para su supervivencia, Akutagawa había tomado el cuerpo de Atsushi, cada vez más débil y Dazai iba cubriendo la espalda de Chuuya y vieron a aquel niño, el niño que hizo a Chuuya caer de rodillas, mientras que Akutagawa y Dazai no podían creer lo que veían

Un pequeño de cabello albino y mal cortado, ojos con heterocromia, piel clara, lastimado, herido, atado a cadenas en las muñecas, cadenas tan altas que dejaban al pobre niño de puntas solo para evitar seguir sangrando aunque fuese un poco. Una cadena en su cuello evitando que se moviera mucho, solo les volteo a ver y el chico se asustó completamente

- At-Atsushi... - dijo Chuuya mirando a su hermano siendo un niño, le recordaba, recordaba cuando sus padres lo llevaron, era un chico con miedo de las personas, era un chico lesionado que llevaba tratamiento, pero jamás se había preguntado que le había pasado, ahora podía verlo. Sin dudar Chuuya comenzó a llorar.

Akutagawa evito verlo, incluso a él sus ojos se habían humedecido, mientras Dazai no pudo evitar ver al albino en la espalda del azabache, se sentía culpable por haberle hecho volver a aquel lugar ¿y para qué? Solo quería quedar bien con Chuuya y termino metiéndose en un gran problema. – Déjame ayudarte – dijo Chuuya acercándose al niño, Atsushi inmediatamente se removió miedoso, Chuuya le asustaba, pero el mayor solamente intentaba sacar las cadenas de la tierra, no necesito mucha fuerza para soltar al niño y Atsushi lo miro curioso - ¿Qué haces aquí? – le pregunto Chuuya

Atsushi tallo sus ojos, dudo un poco en hablar pero el buen trato le gano – el director... me regaño por no haberme salido del orfanato sin permiso – dijo el albino bajando la cabeza

- Ya veo... - Chuuya acerco su mano al cabello de Atsushi pero este se apartó temeroso – no te haré daño... - dijo Chuuya haciendo que el albino se quedará quieto, acaricio el cabello de Atsushi y el pequeño sonrió ligeramente - ¿Qué está pasando en este lugar?

- El director quiere que nos vayamos a un lugar llamado orfanato eterno, donde podrá cuidarnos – dijo el albino

- ¿tú quieres ir? – pregunto Chuuya

- No, quiero una familia – dijo el albino

- ¿quieres venir con nosotros? – pregunto Chuuya

- No puedo... debo cumplir mi castigo por haber salido del orfanato – dijo el albino bajando su cabeza. Chuuya ya no sabía que decir, estaba preocupado, estaba desesperado, no sabía qué hacer, fue cuando Dazai aclaro su garganta

- Puedes salir si es con nosotros, tenemos permiso – dijo el castaño – te llevaremos con una familia – agrego

- ¿en serio? – pregunto el albino emocionado

- Sí, pero tus compañeros no quieren que te vayas, son envidiosos – dijo Dazai sonriente

- ¿Qué es envidiosos? – pregunto Atsushi

- Que quieren lo que tu – dijo Dazai y Atsushi siguió mirándolo confundido, Dazai al notarlo sonrió y se agacho a la altura del pequeño Atsushi mientras extendía su mano – una familia que está esperándote afuera