Alma Brillante ~Creek~

Ritual.

Antes de comenzar. Me vi en la necesidad de colocar aquí una advertencia. No quiero ver NINGÚN comentario relacionado con sexo o "virginidad", la historia no tiene absolutamente nada sobre eso. Y me incomodan. Este es un contenido gratuito, y precisamente por eso no creo que yo deba soportan que haya personas que no saben comportarse.

Es cansino estar borrando comentarios; piensen un poco antes de comentar tonterías de ese tipo, por favor.

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No tiene la menor idea de en qué estaba pensando cuando aceptó el tonto reto de Clyde. Inclusive Token y Red se lo advirtieron, le dijeron que no debía escuchar las tonterías del castaño. Sin embargo no hizo caso, le había dolido tanto el orgullo no aceptar la apuesta que no pudo evitarlo. Craig a veces realmente no piensa en las consecuencias de sus actos. Esta vez sí que lo había hecho, pero nunca pensó que que realmente funcionaría.

Así que ahí estaba, en la capilla del cementerio con Clyde y los chicos góticos que habían aceptado ayudarlos. Le pareció raro que hubieran aceptado sin más, y se los dijo.

— Quiero verlos cuando se caguen de miedo.- había respondido Pete.

Craig rodó los ojos. La chica -cuyo nombre nunca recordaba- y el más pequeño del grupo se dedicaban a dibujar un pentagrama con un polvo blanco del cual Craig prefirió no preguntar. Probablemente estaba siendo muy prejuicioso. Pero no podía evitarlo. Clyde estaba sentado en una esquina alejado del grupo, decía que no tenía nada que ver, pero en realidad no quería que vieran como le temblaban las piernas por el miedo.

— ¿Que posibilidad hay de que realmente funcione?- cuestionó. No quería admitirlo, pero la idea lograba emocionarlo un poco. No sabía si realmente los demonios existían ni como eran, esta era el pretexto perfecto para descubrirlo.

— 50 a 50.- respondió Mike mirando a Craig con una sonrisa se lado.

A Craig le agradaba ese chico. Era el más amable de todos ellos.

— Por cierto, toma esto.- mencionó Pete, y antes de que Craig pudiera procesar la frase le lanzó un cuaderno con algo escrito. Craig lo analizó.

— Esto está en Alemán.- Mike lo miró con una ceja alzada, sin entender cuál era el problema.- Yo no sé una mierda de Alemán.

Pete soltó un bufido. Craig quiso atestarle un golpe. Se acercó a él quitándole la libreta sin delicadeza. Y mientras los ojos tres preparaban todo Pete se dedicó a explicarle algunas cosas básicas de pronunciación.

En una ocasión, pudo observar a Mike mirando al chico del mechón rojo con una sonrisa, quería sacar sus propias conclusiones y molestarles con ello. Pero Pete parecía de aquellas personas a las que no puedes decirles alguna broma si no quieres que te golpeen el rostro. Se giro para mirar a Clyde, quien emitió un pequeño gemido cuando el viento provocó que una rama chocara contra la ventana cerca de él. Sonrió sintiendo pena por el chico.

- Por cierto.- habló Pete.- Para que le demonio no te mate o te posea o alguna de esas mierdas, debes tener claro tu objetivo.

- ¿Algo así como un deseo?

- Más o menos. Es decir, que es lo que quieres conseguir de él.- Hizo una mueca al ver la incertidumbre en el rostro de Craig.- Si no tienes uno será mejor que lo pienses rápido.

Dicho esto se levanto para ayudar a sus amigos a terminara el pentagrama. Craig se concentró en estudiar las palabras que debía decir, Pete le había asegurado que podía leerlas mientras lo hiciera de manera fluida. Craig creía que de igual manera debía aprenderlas de memoria si no quería equivocarse y hacer todo mal.