El Bosque de las Mil Entidades

187 2 4
                                    

Una pequeña casa al lado de un lago ilumina la noche con el gran fuego que sale de ella quemando todo su alrededor. Del interior, una pequeña niña pelirroja sale con un oso de peluche en la mano, aunque parece de lo más tranquila. Tres muchachos la observan, escondidos entre la maleza del otro lado del lago, dando brincos y riendo, y dos de ellos se miran con extrañeza. Al tercero, una lágrima le recorre el rostro, su casa se está quemando. "La mataré" gruñe el mismo. "No dejaré que se salga con la suya."
-¡La mataré!- exclama.
Se levanta dispuesto a ir corriendo hacia ella, pero uno de sus amigos, al cual no se le ve el rostro a causa de una capucha, le coge de la pierna rápidamente. Del estirón, cae de bruces al suelo, llenándose de barro a causa de la lluvia de la noche anterior. Aquella niña, Annie, se desvanece riendo entre las sombras del bosque de las Mil Entidades. Jay se levanta rápidamente para volver a posar su vista en ella, pero la pequeña ya no está.
-¡Mierda!- exclama furioso- ¿habéis visto por dónde se ha ido?
-Cálmate, idiota, y deja de chillar, conseguirás que nos maten- responde el encapuchado mientras se pone de pie.
-Pero Kayle, ¿has visto lo que le ha hecho a mi casa? ¡Está ardiendo! No me queda nada... Absolutamente nada- solloza.
Kayle se da la vuelta y recoge su arco y su carcaj del suelo.
-Vamos- susurra. -Rápido.
-Esperad, veo algo moverse entre las sombras- advierte Zock.
Ambos muchachos centran su vista y sí, ven como algo grandioso mueve los altos árboles no muy lejos de la casa, y sus corazones se aceleran ligeramente.
-Pero, ¿Qué... qué es eso?
-Chicos, no hay tiempo, ¡rápido!- exclama Kayle. -Eso es una entidad hambrienta. Y adivinad qué come. ¡Corred!
Echan a correr a rápidamente, alejándose más y más de aquel lugar, con arbustos desgarrando sus ropas. 
Una rama le hace un gran corte desde el labio inferior hasta la barbilla a Kayle y nota como la sangre resbala por su piel. Pero sigue corriendo. Hay un refugio no muy lejos de esa zona, y prefiere preocuparse por su vida y la de sus amigos que por una herida sangrando.
Después de correr tras unos largos minutos, ven las luces del refugio no muy lejos de ellos. Con las pocas fuerzas que les quedan, aligeran el paso y poco después ya se encuentran en la entrada, apenas sin respiración y con el pulso muy acelerado. Antes de entrar, echan un último vistazo al bosque. Los tres se quedan petrificados por un momento al ver un grupo enorme de criaturas oscuras, ligeras como el viento, moverse entre los árboles. "Las mil entidades" piensa Kayle. "Persiguen el olor a sangre".

El Bosque de las Mil EntidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora