BLUE (ERASERMIGHT)

SU ARTE

    El día estaba nublado, y la idea de un café no fue exagerada. 

     —También pueden ir tus amigos, claro.

      —Oh, no—dijo Mic,  —vayan solos. Tengo flojera.

     —Yo me siento cansada, tampoco creo poder ir. 

      Miré a mis amigos con cierto nerviosismo aún, haciéndoles una mueca para que se retractaran y me acompañaran. Pero pasó todo lo contrario. 

    —Nos vemos, Aizawa.— Se despidió Nemuri llevándose a Mic del brazo. 

     Los dos nos quedamos en silencio, mirando ir a mis amigos. 

     —Bien—dirigió su mirada a mí,  —entonces solo iremos tú y yo.

     Asentí. Comenzó a caminar y lo seguí, íbamos al mismo ritmo. El silencio comenzaba a sentirse bastante incómodo, pero él habló.

      —Y... ¿cuál es tu nombre?—también se veía algo nervioso y me pareció lindo.

    —Shōta, Aizawa Shōta. También quisiera saber el tuyo.

    Me miró sonriendo, lo vi y regresamos nuestra vista al frente.

     —Toshinori. Dijiste el tuyo muy lindo, haré lo mismo; Yagi  Toshinori.  —Sentí bastante verguenza, apenas lo estaba conociendo y ya sentía que él era muy atrevido, pero eso está bien.  —Y, vas en segundo.  —Aclaró después de unos segundos.

      —Sí, ¿y tú?

      —Tercero. Puede sentirse algo difícil, pero no lo es. Se supone que en segundo nos preparamos para no sentir la tensión, pero aún así la tenemos, es inevitable. 

      Escuchaba cada palabra que decía, le ponía atención a cada movimiento que hacía y cada paso que daba. Hasta que se detuvo y yo hice lo mismo. Abrió la puerta y me miró, el detalle fue un grano de arena pero me cayó como si del universo tratase. Entré para que él pasara después de mí. 

        De una barra, pedimos nuestros cafés a una chica, que por cierto apenas y quitó su vista de Toshinori. Mi enojo desvaneció cuando el lindo chico se recargó un poco al mostrador con un brazo y me miraba, hablando del tipo de café que habíamos pedido. Pagó y salimos.

      —Bueno, gracias por el café—dije tratando de despedirme. 

       —Tienes...—interfirió—¿tienes cosas que hacer hoy?—llevó una mano a su nuca y desvió la mirada al suelo.—Bueno, es que si no te molesta, podríamos ir a algún otro lugar. 

       La tarea podrá esperar. 

       —No, hoy estoy libre. Me parece buena idea.

       Sonrió.

       —Entonces, vamos. 

                                                                              — ❤ —

          El parque, cerca de casa, no me molestó ir, pero todos los asientos estaban ocupados.  Pasamos de ellas, entramos por unos árboles y arbustos llegando a otro lado del mismo. También tenía varias bancas, caminamos por el pasto hacia la primera y nos sentamos.

         —Qué bonito lugar —dije.

         —¿De verdad? —pareció asombrado—¿te gusta?.