Toshinori x Shōta jóvenes:
¨Romance y algo de drama, sus dos categorías... Uno hace locuras cuando se enamora, uno ve colores cuando se enamora.
Y ahí estaba de nuevo él; sentado bajo la lluvia, mirando las gotas caer. ¡Dios! ¡Cómo me gust...
Leía una y otra vez el estado debajo de la foto de Toshinori. ¿A quién se refería? ¿Quién podría ser la afortunada que tiene el amor de mi chico? Supondré que soy yo. Que es a mí a quien ama, en fin ¿qué podría perder?
Ayer me invitó a acompañarlo en su salida, y claro que iré a verlo tocar, soy distraído y torpe, pero no al punto de llegar a perderme algo maravilloso.
—¡Shouta! ¡Qué haces? —gritó Mic tomando mi celular.
—Es que...—dije—, ayer Toshinori y yo comenzamos a hablar por mensajes... y estaba releyendo las conversaciones.
Mic rió como tonto de nuevo; su especialidad.
—Le... ¡Le pusiste ¨Toshinori Crush¨!
—Sí, ¿y qué?
—Qué tierno... —habló Nemuri—. Bueno, él al menos ya habla con su crush. No que tú, Mic...
—Ah, pero si tú...—dijo Mic fingiendo toser mientras hablaba—. No importa. ¡Aizawa, sonríe!
Recargado en la pequeña mesa del salón de clases, miré a Mic con mi celular en sus manos. Reí levemente por lo tonto que se veía y sonó la campana. Los tres salimos del salón y fuimos a caminar al patio de la escuela, hablamos de nuestros chicos y yo procuraba a toda costa que Toshinori no pasara cerca para que no escuchara lo que decíamos.
Terminó nuestro descanso y subimos las escaleras de nuevo, pasamos por el pasillo y sentí el hombro de alguien con el mío.
—¡Qué tonto eres!—dije enojado.
—Oh... lo siento, de verdad.
Alcé mi vista y era él, el chico rubio de ojos azules. Casi me desmayaba por tenerlo tan cerca de nuevo.
—¿Otra vez tú?—dijeron al unisno Mic y su amigo pelirrojo de la otra vez.
—¡Deja de ser tan vulnerable a que...!—dijo el chico a un lado de Yagi, y él con una mano lo lanzó hacia atrás callándolo.
—Perdona, no fue mi intención—dijo sonriendo, tan lindo: como siempre—, disculpa mi torpeza.
Mi cuerpo tembló ligeramente, y se sentía bien. Sentí un revuelco dentro de mi estómago y me dieron comezón las manos.
—Ahora deberías invitarlo a cenar—habló Nemuri sin ayudar mucho mi situación.
—Sí, ya deberías de...
—¡Mic!—le callé.
—¿Te llamas Mic?—preguntó riendo un poco el pelirrojo caminando hacia adelante.
—Eh... No—. Habló mi amigo algo nervioso, claro que sé por qué—. Soy... soy Yamada. ¡Pero mis amigos me dicen Mic! —dijo con más seguridad.
—Los dejamos—dijo Toshinori—,no les vaya a regañar su profesor .
—Nos veremos después—me despedí de él con una suave sonrisa.
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—No lo sé, Mic —habló Nemuri—, pero yo te seguiré diciendo Mic.
Él me miró y asentí.
—No, chicos —dijo preocupado—, yo no les digo su apodo enfrente de todos. Seguro se olvidaron mi nombre...
—Está bien, Hizashi entonces— aclaré y él sonrió.
—Pero de vez en cuando, ¡Mic!—advirtió Nemuri.
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El cielo estaba azul grisáceo a pesar de que hacía algo de calor.
—¡Nos vemos, Aizawa!— se despidieron de mí mis amigos corriendo hacia el autobús que se les iba. Moví mi mano en forma de adiós y caminé hacia donde siempre esperaba el mío.
Me detuve al ver a Toshinori sentado bajo el cielo chispeante, me acerqué tranquilamente, quería que me viera por sorpresa. Pero volví a parar mis pasos cuando una niña se acercó a él con un paraguas, lo compartió con él y comenzaron a hablar.
Todo mi cuerpo dolió, la sensación de ¨mariposas¨dentro de mi estómago se convirtió en un dolor insoportable. No estaba triste, me sentía bastante molesto.
Un auto negro se detuvo frente a ellos y ella le dijo algo mientras sonreía y se fue. él volvió a sentarse y las chispas de agua se hicieron un poco más intensas. Miré a nuestro alrededor y eramos los únicos expuestos. Pero no importaba, porque se veía lindo y tonto bajo la lluvia, con su vista en el piso, mirando las gotas caer.
Volvió a ser más tranquilo el cielo, soltando únicamente chispas de agua en momentos. Caminé hacia él y volteó, sonrió y se levantó.
—Aizawa —llamó.
Me acerqué a él.
—Yagi, ¿qué haces?
Cuando ya estábamos a una buena distancia, alcé un poco la cabeza para mirarle sus azulados ojos y su cabello rubio mojado. Él era alto, carismático y bastante guapo, no podía creer que yo sin ninguna perfección, estuviera a su lado.
—Solo...—dijo él —, quería despejar mi mente por un rato. Hemos tenido muchas cosas que hacer, y esta fue mi oportunidad.— Miró al frente mientras sonreía. — ¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?
—Solo venía pasando y te vi.
Seguimos mirándonos.
—Bien—continué—, creo que tengo que irme.
— Puedo acompañarte—propuso enseguida.
—Me parece bien.
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Jaja, no sé si ya lo vieron (? , pero yo lo amé jaja. Aunque no, chicas, no. El orumaito sigue siendo tuyo, beibi Aizawa.
