La elección

Pérdida.

Adrien caminaba en dirección a la calle con las manos en los bolsillos mirando hacia el suelo , Mari cerró la puerta y se reunió con él. El chico parecía un tanto triste un molesto , y Marinette se sentía igual que él.

-Mari ...yo...-Dijo el chico volviéndose para hacer un amago de mirarla.

-Adrien , n-no podemos hacer nada...-Dijo Marinette cabizbaja , y miró al chico con unas tenues lágrimas que se deslizaban por su rostro.

-Y-yo no soportaría q-que te hirieran...-Dijo Mari cubriendo su rostro con sus manos.

Adrien la abrazó .

-Parece que el destino no quiere que estemos juntos...jajaja.-Dijo Adrien acariciando la mejilla de la chica.-Mari , no llores , My Lady hemos pasados por muchas cosas y las hemos sabido superar...podremos con esto .-Dijo el rubio intentando consolar a la chica. -Vamos , anímate .

-Debemos guardar distancias , ¿lo sabes? .-Dijo Mari con un tono de voz triste., una vez sus lagrimas cesaron y se descubria el rostro con las manos.

-Me temo que sí .-Dijo Adrien serio y con un tono apagado muy impropio de él,entonces por momentos pareció que se le iluminó el rostro.-Mari , guardaremos distancias pero permíteme que pase un día contigo , a-acabamos de descubrir esto.-Dijo el rubio con el ceño fruncido y señalándose él y a Marinette.- Y  ya no están prohibiendo.

-No es justo.-Dijo la azabache mirando a Adrien .- Ahora que parecía que todo iba a ir bien ...-Marinette cayó en lo que le acababa de decir el chico hacía un segundo y abrió los ojos como platos.-  ¿U-un día c-conmigo has dicho? -Dijo la azabache rojísima.

-¿Que te parece Mari ? pasemos el día juntos y olvidemos las prohibiciones del maestro Fu , sólo hoy y a partir de mañana guardaremos las distancias y no volveré a hablar contigo a menos que sea por algún akuma.- Dijo el chico con esperanza en el rostro.

Sonaba bien , por lo menos podrían intentar tener un día para ellos y después dejarían las cosas tal y cómo estaban antes de conocer sus identidades.

-V-vale ...supongo que no haremos daño a nadie con un sólo dia ¿no?-Dijo Marinette ahora más animada y con colores en las mejillas.

El chico miró a la azabache y los dos sonrieron .

-¿Donde pasaremos la noche ?-Preguntó Marinette azorada.

-Bu-bueno ... nose si mi padre consentiría tenerte en casa .Adrien pensó en lo solo que se sentía en su grande y lujosa mansión , era como un pajarillo en una jaula de oro.

-B-bueno podemos intentar convencer a mi madre , a lo mejor ella nos deja .-Dijo Marinette apartándose un pelo rebelde de la cara y poniéndoselo detrás de la oreja. 

-Ven conmigo Mari .-Le dijo el rubio a la chica mientras que la agarraba de la mano y echaba a correr con una sonrisa de oreja a oreja .

- ¿A donde vamos Adrien?-Preguntó la chica riéndo.-Espera que no puedo correr tanto .-La chica se reía .-Ay jajajajajaja , espera .

- ¡Te voy a llevar a un lugar al que solía ir con mi madre cuando era pequeño , pero recuerdo muy bien dónde está !-Dijo el rubio mientras corría de la mano de la chica sonriendo.

El cielo en París se tornó de un color anarajanjado y junto con el cielo , los tejados de las casa de la ciudad .

Los dos chicos llegaron a orillas del río Sena , se veía todo tan bello desde allí . Adrien miró a Marinette con una sonrisa de oreja a oreja , con colores en la cara y con el rostro bañado por la tenue luz del atardecer . Marinette lo miró y los dos se sonrieron . El chico miró de un lado a otro, parecía estar buscando algo .Sus ojos se posaron en un viejo sauce que se encontraba pegado al agua del río y volvió a tirar de la azabache . Adrien apartó las hojas que tapaban el árbol , y cuando entraron dentro de él Marinette se quedó con la boca abierta , a los pies del nacimiento del gran árbol había un viejo y sucio banco de piedra . Adrien parecía estar feliz , muy feliz .