Una historia real.

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Un título un tanto normal para esta parte, pero bueno, para comenzar les hablaré sobre mi.
Mi nombre es Oliver, pero la mayoría me dice Chase, pues es mi segundo apellido. Vengo de una familia de recursos medianamente bajos, mi madre de nombre Sara y mi padre de nombre Résen.
Aclarando cosas, he decidido escribir esto pues quiero tomarlo como una terapia y escribir una especie de libro donde no todo sea feliz, quiero que la gente lea algo que sea real, donde no todo salga bien y termine de la misma forma.
Empecemos con que siempre he sido un chico de complexión gorda, piel morena, un poco excesiva.
Mi vida empieza en Seagoville, Texas un pequeño pueblo del condado de Dallas, pero muy modernizado para ser un pueblo.
Mi vida al nacer era un poco normal, mis padres trabajaban y mi hermano era el que cuidaba de mi, su nombre, Jonay. El se encargaba de mi todos los días mientras era un bebé, razón por la que él abandono sus estudios. Debo admitir que tengo escasos recuerdos de mi infancia, pero por lo que recuerdo, mi hermano siempre fue algo distante, me refiero a que siempre buscaba la forma de socializar con él, a pesar de ser un niño, y siempre rechazaba eso, tal vez esa fue la primera vez en la que de cierta forma fui reprimido en mi forma de acercarme a los demás.
Entró al preescolar a los 3 años y medio, mi hermano, mi mamá y mi papá trabajaban, yo, me encargaba de ir a una pequeña escuela, donde era mediana y pocamente feliz, pues ahí, empieza todo lo que fue haciendo que me convirtiera en la persona que actualmente soy, alguien poco sociable y de baja autoestima.