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Sintió tanta furia acumulada al ver a James semidesnudo con su chica ahí abajo. Tratando de forcejearla. Tocándola. Haciéndola sentir miedo. Le dolía en el alma, y nada nunca le había dolido más que eso. Apuntó a James directamente a la cara, aunque hubiera preferido dispararle otra cosa.

- Baja el arma. – le ordenó James. Apretó las manos de ______________ aún más fuerte, ella soltó un gemido. Lay apretó la mandíbula. – Recuerda que yo soy el que tiene el control ahora… - se rió. ____________ gimió aún más fuerte al sentir las monumentales manos de James apretarle las muñecas.

- Suéltala ahora mismo. – le volvió a ordenar Lay. Rozó los dos dedos índices de sus manos con el gatillo de la pistola. – este asunto es entre tú y yo. – le dijo. James se detuvo a escucharlo. 

_____________ cerró los ojos aterrorizada. – y eso lo sabes perfectamente. Ella no tiene por qué pagar por esto.

- ¿Te parece? – James escabulló sus manos entre debajo de las sábanas de su cama, llegando hasta las almohadas. Un arma apareció entonces. - ¿entonces por qué mi.erda no pensaste en eso cuando violaste a mi hermana? – le gritó. Hizo que _________________ se sentara para poder abrazarle el cuello y apuntarle la sien. Ella empezó a llorar… no quería mirarlo, no quería mirar a Lay después de lo que sabía de él. Lay tragó saliva. Jo.der. ________________ lo sabía todo. Lo reconocía por su mirada. Quiso mirarla a los ojos mientras James hablaba, pero ella nunca le devolvió la mirada… 

- __________________ no tiene nada que ver en esto… - le volvió a decir. Esta vez más desesperado. - ¡que la sueltes jo.der! – gritó. James se rio a gusto. – en todo caso a quién deberías matar es a mí. – le dijo.

James abrió los ojos, sonriendo a medias. Algo de todo esto le sorprendía en lo absoluto.

- ¿Tú? ¿Dando la vida por alguien? – quiso reírse con ganas. – Debo a verme perdido de mucho todos estos años… - Lay bajó la mirada, a los pocos segundos la volvió a subir. En ese momento tuvo tantas ganas de dispararle a ________________. Ahora sí estaba seguro que sería lo que más le dolería a Lay. Y eso… eso solo hacía que las cosas resultaran a su favor. 

- James… - susurró Lay. Si perdía la calma, _______________ sería la primera afectada. – suéltala por favor… 

Este soltó una carcajada.

- ¿Te has visto? – lo miró de pies a cabeza. - Este día iba a llegar en algún momento… y no sabes cómo lo estoy disfrutando. 

- ¡Mátame a mí! – le volvió a gritar.

- ¿De qué me serviría? – preguntó James. – te irás al putí.simo infierno de todos modos. – le dijo con toda la furia que había acumulado desde hace cinco años. – pero no irás solo. – apretó el cuerpo de __________________. Ella cerró los ojos. Sostuvo la respiración. 

- ¡Perdón! – Lay gritó. James apretó aún más el cuerpo de ________________. – perdóname por favor… se… sé que lo que hice jamás lo vas a olvidar… que jamás debí a ver hecho lo que hice, no sabes… no tienes ni la más mínima idea de cuánto estoy arrepentido… - murmuró. – Pero Andrea jamás se hubiera sentido feliz por esto…

- ¿Tú que co.ño sabes de eso? 

- Ella nunca te pidió que hicieras esto James. – trató de mirarlo directamente. Sus brazos empezaron a perder fuerza, soltando poco a poco el cuerpo de _________________. – no tienes ni un pu.ta idea de lo arrepentido que estoy… - le dijo con sinceridad. En verdad sentía en lo más dentro de su corazón que era así.

- ¡Andrea se quitó la vida por tu maldita culpa! – gritó James, esta vez con lágrimas en los ojos. ______________ tragó saliva. Por un momento quiso mirar a los ojos a Lay, y así lo hizo… él le devolvió la mirada. 

Y entonces las fuerzas en el cuerpo de James desaparecieron. Se sentía débil. Pequeño. Tan diminuto, mientras hace un rato creía poder dominarlo todo mientras quisiera. Soltó el cuello de __________________, para ponerse a llorar, esta caminó de rodillas con lágrimas en los ojos y unos cuantos golpes hasta el filo de la cama. James se apuntó así mismo en la sien. Sintió que debía acabar consigo mismo ahora, que tenía que hacerlo… que su misión acababa ahí… que la misma Andrea se lo pedía así. Que ya había hecho sufrir a Lay lo suficiente. Que solo necesitaba de un ‘perdóname’ y su tarea estaba cumplida. Sentía que la mismísima Andrea se lo pedía. Miró a Lay. Este trago saliva. 

___________________ estaba a salvo, eso importaba…nada más, nada…él podía morir si era lo que tanto quería James. Pero al menos se sentía bien consigo mismo. Se sentía limpio. Sentía que por fin sus secretos se acaban, que terminaba… le había pedido perdón, aunque sabía que eso no sanaría sus heridas nunca… lo había hecho con el corazón. Así pasara lo que pasara luego. 

- Nos vemos al otro lado, colega. – le sonrió por última vez. Baek lo observó dispararse. El sonido entorpecedor del arma hizo que ________________ cerrara los ojos. Lo próximo que pudo ver fue sangre manchando las sábanas. Lay soltó el arma también. No tenía razón para usarla ahora. James se había ido. Se había ido por fin. Jamás volvería. Y ojala en ese momento se estuviera encontrando con su hermana haya arriba. No volvería nunca… ni tampoco los secretos de Lay, aquellos que se habían borrado por fin. Y aunque sabía que esa historia había acabado, su castigo aún estaba por venir. 

Se acercó a ____________________, aún sentada sobre el filo de la cama. Estática. Completamente estupefacta. No tenía fuerzas ni siquiera para moverse. Todo esto había sido demasiado para ella. Lay intentó tomarla de las manos…

- No te atrevas a tocarme. – susurró

Secretos- {2°Temp de Secuestrada} [Lay y Tú♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora