Battle of Fools (Larry Stylinson)

Capítulo 2

Hace algunos meses atrás...

Harry caminaba por los grandes pasillos del campus mirando un mapa del enorme lugar. Era su primer día aquí. Las clases comenzarían en menos de una semana y hoy es el día en que se mudará a uno de estos edificios. Aún no le habían informado si compartiría habitación con alguien nuevo o algún estudiante de segundo año. Él tenía la esperanza de que fuera con alguien nuevo. No es que le disgustara socializar, pero no quería dar una mala impresión. Odiaba empezar con el pie izquierdo y quería tener una buena experiencia de esta etapa.

Decidió ir a la cafetería a comprar una taza de café. Aún era algo temprano y no había muchos estudiantes dando vueltas. Él realmente deseaba conocer a alguien amable y hacer amigos pronto.

Siguió caminando torpemente mirando el mapa en sus manos, y debido a eso chocó con un chico que traía café.

—Oops!— Dijo, y se mordió el labio por los nervios.

El castaño estaba a punto de insultarlo, pero alzó la mirada y se detuvo. —¡Idio–Hola!

El chico le sonrió y Harry sintió que sus mejillas se ruborizaron al instante. Era hermoso.

—Lo siento,—se disculpó y bajó la mirada hacia su mapa que estaba empapado de café caliente. —Lo siento, tu café. Déjame comprarte otro.

Harry logró echar un vistazo a la mano que sostenía la taza de café, y se dio cuenta de que la piel del chico estaba escaldada por el café caliente que se derramaba sobre los lados. Ahora registró el dolor que le estaba saliendo de la superficie de la mano al cerebro.

—¡Mierda!— murmuró el chico en voz baja. —Esto está caliente.

—Déjame traerte unas servilletas—dijo Harry rápidamente, alzando la vista, visualizando que la cafetería estaba sólo a unos pocos metros.

El chico lo seguía mientras él se arremolinó alrededor de los mostradores para tomar un puñado de servilletas de papel de la caja de metal en la barra, murmurando "perdón" a la gente pidiendo sus bebidas. Luego volvió corriendo a limpiar la mano quemada del chico.

—Lo siento por eso —dijo, mientras terminaba de ayudar a limpiar su mano. —¿Te duele?

—Un poco.—lamentó el chico y levantó la mirada hacia el rizado que le sonreía.

—¿Quieres que te compre otro café?—preguntó Harry.

—No, no hace falta. Gracias.

—Oh, está bien.— La sonrisa en Harry no vaciló. —Puedes aceptar la oferta en otra ocasión.

—Sí, eso suena bien.—dijo finalmente el castaño, devolviendo una sonrisa. Una hermosa sonrisa. —Debo irme ahora, supongo que ¿te veré luego...?

—Harry.

—Harry, bien. Yo soy Louis.

Louis tomó prestado un marcador permanente del mostrador que estaba lleno de órdenes y escribió algo en una servilleta de papel. Se lo entregó a Harry y le sonrió una vez más antes de seguir su camino.

07700187458 Louis ◟̽◞̽

Harry sonrió de nuevo antes de salir de la cafetería. Echó un vistazo a la servilleta y pensó: ¿En qué momento debería llamarlo? Quizás un mensaje de texto sería más relajado.

Metió la servilleta en el bolsillo y decidió preocuparse ahora por llegar al dormitorio que le asignaron en administración. Habitación 322. El cuarto ya estaba habitado, ya que podía ver los bolsos de su compañero sobre una cama (lógicamente, ya había elegido su lugar), pero no había rastros de él.