Capitulo 2

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Fue en ese momento que te vi, que empecé a creer en ángeles puesto que por fin había visto  uno en persona. Fue en el momento que te vi que se me abrieron los ojos y juré que sentí un golpe en el pecho quitándome el aliento cuando tu mirada se fijó en la mía. Jamás pensé que alguien tan hermosa como tu podría mirarme como tu lo hiciste, podías besarme sin tener que acercarte, podías hacerme soñar lo imposible con solo escucharte decir mi nombre. Fue allí, Carmela Luz  Monterosso, que me dedique completamente a tenerte, me entregue a simplemente la idea de ti, ansioso a qué fueras mía en la realidad. Hasta el día de hoy, yo, Matías Antonio Cruz, me pongo de pie enfrente de ti, para darte mi vida entera, para amarte en medio de las tormentas y para presumirte en días de sol. Prometo cuidarte y protegerte, no por obligación, si no por esto que siento que va más allá del amor.
—Me rescataste, desde el día que me saludaste, me devolviste el aliento. Andaba perdida y alumbraste mi camino, allí supe que al único lugar que quería llegar era en tu sonrisa cautivadora. Bajo las nubes me diste tu abrigo, y, hoy, yo te ofrezco el mío. Lo supe desde luego que tú llegarías a mi vida para olvidar mi pasado, vivir mi presente, y crear mi futuro con recuerdos inolvidables. Yo, Carmela Luz Monterrosso, me pongo de pie en frente a ti y de todas estas personas, debajo de estas flores y el cielo despejado, para entregarme a ti, Matías Antonio Cruz, para regalarte mi vida, para amarte con toda mi voluntad, y para comenzar esta aventura que acaba de empezar, todo por esto que siento, que va más allá del amor.
        Y así comienza la historia, debajo de un altar, con la luna postrada en el centro de estas dos personas, escondido bajo la claridad, y un cielo cambiando colores, listo para dar la bienvenida a la noche; con Carmela y Matías jurándose una vida entera.
Puede besar a la novia
Entre miradas penetrantes, Matías toma la mejía de Carmela en su mano mientras delicadamente rosa su dedo contra ella, escondiendo un pelo tras su oreja. La observa cuidadosamente, admirando como el delicado sol le brillaba sus ojos, y sonriendo, postra su nariz sobre la de ella, moviendo su cabeza a la derecha hace que sus labios toquen los suyos. Delicadamente saborea el primer beso de marido y mujer.
          Este solo era el comienzo de algo que jamás veía por venir...

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2018 ⏰

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