El inicio

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Elliot, estudiante universitario, era un joven de cara bella, pero nunca mostraba una sonrisa. De pocas palabras, frió y sin necesidad de demostrar sus sentimientos, era flaco, alto, y claro, lo que mas llamaba la atención de el sus ojos grises, verdaderamente hechos a la medida de lo que era su ser, sin embargo así y todo era amable. Un verdadero amante de los vinos y las lecturas del siglo XX, de las pastas y gran manipulador de la gente que lo rodea, a los cuales nunca les mostraba cual era su verdadera esencia.

Para el todo lo que lo rodeaba no valía mucho, un gran horror y asco por la sociedad que lo rodea, eso es lo que verdaderamente sentía. A menudo, el se quejaba mucho de lo podrida que estaba la sociedad, sentía un gran fervor para poder cambiarla, pero sus ganas se esfumaban en un instante.

Así y todo, pese a lo solitario que era,  había una persona a la cual se podría considerar su único "amigo", este era Cain, un muchacho totalmente contrario a Elliot, dueño de la noche, hiperactivo, alegre, siempre con una sonrisa en su rostro, sincero hasta en lo profundo de su ser, era un pésimo actor, y también arrogante. Estos dos, a pesar de ser muy diferentes, complementaban muy bien, ambos amaban sus caminatas charlando sobre la vida mientras un cigarro se consumía, también aunque Elliot no era muy fan, sus salidas en las noches New York, las cuales siempre estaban acompañadas de cervezas y mujeres a las cuales estos atraían, sin dudas esta era una de las amistades mas puras que podría haber presenciado el mundo, pero aun habia mas, algo que los unia de manera que a otras personas no.

Ambos, caminaban una noche de jueves por las calles oscuras, a lo que Elliot levanta la voz.

- ¿A veces de verdad no crees que el mundo es injusto y que tendríamos que usar esto que tenemos a nuestro favor para cambiarlo? -pregunto

-¿Tu crees? -Dijo Cain, con un tono de voz calmado-. ¿Sabes en los problemas que nos meteríamos?...Mejor déjalo así.

-Bien -dijo Elliot, pero agrego-: Algún día, juro que voy a hacer una revolución. 

-Como tu quieras, pero piensalo bien- dijo Cain, y siguieron su paso. Volvian a casa a pie, por uno de los lugares mas tenebrosos de la ciudad, sin embargo estos no temian. No habia ni un solo alma en la calle, todos durmian. De repente, ocurrio algo que cambio sus vidas: llegando a la casa de Cain, vio que la puerta estaba abierta, sabia que algo no iba bien; cuando de repente entran corriendo a la casa ven algo lo cual costo procesar, los padres de este era asesinado por un ladron con un hacha.

-¡Niño! No deberias estar aqui-dijo el ladron

-¿Que has hecho? ¿QUE HAS HECHO?

De repente, un aura oscura recorrió el cuerpo de Cain, y sin darle tiempo al ladrón ni para asustarse, traspaso el corazón de este con su brazo, sus ojos eran totalmente diferentes, había angustia y odio en ellos.

-¡ESPERA CAIN! Dijo Elliot

-No es tiempo para esperar nada Elliot, mi vida ha sido destruida, ya no importa nada, voy a tomar venganza. Y asi fue una historia triste, que comenzo cuando menos se lo esperaban, un chico con buen corazon ahora teñido de odio y otro que no comprendia el mundo y lo aborrecía pero al ver la maldad pura saliente de su amigo cambiaría muchas perspectivas en el.

-Lo siento, querido amigo- emitio de su boca Cain

-¿Que piensas hacer? Dijo asombrado Elliot

A lo cual posteriormente el muchacho dolido le dio un golpe en la nuca a Elliot y dejaria desmayado en la escena del crimen.

-Te volvere ver dijo Cain, y asi se despidio desapareciendo en ese momento.


...CONTINUARA.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2018 ⏰

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El joven ojos grisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora