Capítulo 1

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Narra Sam

Desperté por el alegre canto de los
pajaritos y por la luz que se filtraba por mi ventana... nah ya quisiera levantarme así; pero fue lo contrario, me levanté por el molesto sonido de mi despertador.

Hoy no tengo muchas ganas de ir al instituto; pero igual tengo que ir o perderé mi beca por no asistir. Me levanto de mi cómoda camita con una muchísima pereza; aunque pensándolo bien pereza es mi segundo nombre jajaja ok no, bueno como seguía, luego de despertarme de mi amado sueño fuí a hacerme el desayuno el cuál consistía en café con tostadas, luego me fuí a duchar, mi outfi consistía en un pantalón holgado con con camisa dos tallas más grandes de la que soy y unas tennis algo desgastadas, y sé que se preguntaran porque así y es simple; nunca he tenido novio y no quiero tener;mis compañeras de trabajo dicen que tengo un cuerpo de muerte pero la realidad esque yo siento que estoy del asco, tengo ojos azules, cabello castaño y mido aproximadamente 1,65 y no soy ni blanca ni morena lo mío es terminó medio...

Hoy al despertarme sinceramente estaba un poco nerviosa y todo porque hoy iniciaban las clases, este era mi último año pero mi alegría y nerviosismo terminó con el séquito de zo... digo porristas del tan amado Michelangelo.

-Pero miren a quien tenemos aquí, a la empollona de la clase. -dijo la insoportable de Kimberly

-Podéis dejarme en paz necesito ir por mi horario.

-No lo haremos nerdota, sabes aún no entiendo porque usas esos andrajos, te ves horrenda; aunque pensándolo bien te va bien porque eso eres una andrajosa. -y esta ves fue Lily quien habló haciéndome sentir lo que verdaderamente soy.

Y para mi mala suerte me empujaron callendo en un charco de agua, mi día no podía comenzar mejor...

Fui directo a los baños de mujeres porque ni loca me presentaría así y agradezco que siempre ando una muda de más, al llegar escuche unos sollozos provenientes de unos de los sanitarios y maldigo por ser una gran curiosa ya que en menos de un minuto la chica salió y se sorprendió al verme allí.

-Hola, perdona que pregunte pero ¿por qué lloras?. - dije miran el aspecto demacrado de la pobre chica.

-Y-yo, lo siento es so-solo que soy nueva y he pasado por cosas ma-malas, lamento incomodarte no era mi intención -dijo mientras sus mejillas iban adoptando un colorcito carmín por su tartumudes.

-Eh pues; no te preocupes yo solo venia a cambiarme. -dije mientras comenzaba a cambiarme.

-Uh entiendo -dijo mientras se rascaba su codo, como si ese fuera su tic nervioso -O-oye ¿pue-puedo hacerte un-una pregunta?

-Si claro, dime.

-¿Có-cómo te llamas?.

-Soy Samantha ¿y tú eres...?

-Soy Isabella pero puedes decirme Isa

-Oh bueno; mucho gusto.

-Oye ya que estamos en un poco de confianza, quisiera saber si puedo caminar contigo, es porque soy nueva y me gustaría que fuéramos amigas. Si no te gusta yo entenderé

-Estas bromeando verdad -dije mientras me fue imposible reflejar la gran sonrisa que poseo en estos momentos en mi rostro.


-No bromeo Sam -dijo muy segura

-Entonces sí me gustaría tenerte como amiga.

-De acuerdo y ¿me acompañarías a recoger mi horario?.

Sam: -Claro yo igual tengo que recogerlo.

Rendirse no es una opciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora