26.Bienvenido a casa

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Alfin había llegado al tan anhelado sitio que tanto deseaba ver Jack, La casa de su familia.

Intenta abrir la puerta lo más rápido posible pero su impulso lo hace retrasar.

— ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Maldita llave!
— segundos más tarde, abrió la puerta.

Lo primero que ve Jack es el lugar donde está su madre, ella está en el sillón donde siempre espera a su hijo luego de que llega del trabajo. Aquellos ojos de su madre están perdidos en la nada y su cuerpo ha estado tieso desde hace ya un rato.

— ¡Mamá! ¡Mamá! Ya llegué, nos iremos de la casa ahora mismo. — la abraza con su cuerpo lleno de sudor y sus lágrimas calidas.

La madre no había recibido tal amor desde hace mucho tiempo y ahora lo tuvo que "vivir" su cuerpo y no su alma.

El precio de la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora