Ruiseñor (KAITAEM-2MIN) //12 Meses De Fanfic

Ruiseñor

Lee Taemin, el bello y asombroso Lee Taemin, debías sólo respirar cerca de él para estar en su cama, tan volátil como el fuego más hermoso y tan delicado como el pétalo de la rosa más exótica del universo, un gran sueño para cualquiera y la perdida de la razón para muchos, fue perfecto en sus días de gloria, la palabra de la hermosura hecha humana tan diferente y único; la confianza gobernaba en su cabeza tan fácil y rotante, una sonrisa siempre estuvo plasmada en sus labios algo ladino que todos admiraban; sus preciosos ojos marrones te amarraban a amarlo por toda una noche sin saciar la hambrienta sed de él y aquella figura lograba que el más santo pudiese pecar con un pensamiento, el hermoso e inolvidable Lee Taemin fue una perfecta personificación de belleza y talento.

¿Quién fue exactamente? Lee Taemin fue un ave, tal como aquellas que ves cuando al elevar la vista en un invierno ves abandonar su hogar, aquella que cantaba a la naturaleza, un ave puede que sea una explicación precisa de lo que una vez fue Lee Taemin, su voz tan hermosa encandilaba a quien lo escuchase; su cabello tan suave parecía ser uno con el viento, dejando  que lo lleve a donde se le plazca; sus alas eran su voz, ellas le llevaban a conocer nuevos lugares, le llevaba a ser partícipe de grandes eventos en los que al día siguiente amanecía con alguien completamente desconocido, fue conocido como “el ruiseñor” por su voz dulce y atrayente. Pero al igual que un ave sólo se necesitaba cortar sus alas para que permaneciera en un solo lugar aferrado a una sola persona siendo domesticado para no abandonar una casa.

Fue Choi Minho, un empresario completamente lacerante, quien logró cortar las alas de Lee Taemin, tan calculador y preciso comprendió que si no quería que su amado ruiseñor lo dejara al día siguiente, si quería permanecer a lado del rubio debía cortar sus alas, y lo logró. En un acto desesperado ganó la confianza de Taemin, lo confundió con amistad y entonces se acercó, precavido y silencioso sin que alguien sospechara, ni siquiera aquel hermano que cuidaba del menor con gran devoción, nadie lo notó, Taemin sólo empezó a confiar en el moreno, le dijo sus temores y le confió sus penas, algo que el alto usó para conocer que la voz de Taemin eran las alas que un día lo alejarían de su lado. Su egoísmo lo llevó a matar al ave, a ahorcarla con sus manos y quemar sus alas para que éstas nunca fueran a volar lejos de él.

Su dinero compró a un médico prestigioso, un hombre cuyo nombre ya no recuerda, Minho logró convencerlo de hacerse un chequeo de rutina, fingió una preocupación que no existía, pero el menor cayó en aquella trampa, decidió que debería al menos hacer aquello antes de una gira con unos amigos que tenía y cuya banda no era escuchada muy lejos de su país, aquella fue la manera de arrebatar una libertad que fue ganada. El chequeo de rutina pronto se convirtió en una operación de emergencia, una en la que todos sus amigos asistieron, esperando que nada ocurriera con el menor, una operación que no fue necesaria pero que el doctor logró engañar a los demás. Una operación que se disfrazó de una cura a una enfermedad inexistente y que realmente concluyó en la pérdida de la voz de un ruiseñor sin alas ni libertad.

Ahora Lee Taemin ya no es un ave, ya no es libre, ya no es coqueto ni lleno de confianza, la vida de su ojos ya no está y aquellas sonrisas ladinas se desvanecieron junto a aquella hermosa voz que alguien le arrebató, ahora Taemin es completamente diferente, está en cautiverio, no entiende lo que ocurre y no trata de aprender, tan solo decidió que debería convencerse de que estaba bien, que ya no poder usar su voz ni siquiera para hablar está bien, que no es nada malo quedarse con Minho que le ofreció hogar cuando él nunca lo tuvo porque viajaba de un lugar a otro, pretende convencerse de que no volverá a ser el mismo, que su vida en ese instante no puede ser tan diferente a la muerte. Ahora Taemin pretende que está muerto y Minho se dio cuenta que quitarle las alas a un ave logra matarla con lentitud, se arrepiente pero no lo acepta. El ruiseñor está muerto.