PARTE 1 OPRESIÓN

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8 años después

Actualidad


Pov Jae

"La vida puede ser dura, hermosa y complicada, pero, con suerte, será lógica."

– ¿Estoy listo papá?–grita Anna. Mi pequeña hija llega corriendo por el pasillo con una gran sonrisa en los labios.

La levanto del suelo y le doy besos por toda la cara.

– ¿Cómo amaneció mi pequeña?–pregunto con una sonrisa.

–Bien–dice pidiéndome que la baje.

–Tengo siete años papá–dice ella. Soy una niña grande ahora.

–Sí, papá–dice Lea. Tienes que asumir que nuestra pequeña hija ha crecido. Pronto nos traerá un novio a casa.

Frunzo el ceño ante la idea de que Anna traiga un novio.

Lea estalla en risas, mientras rueda los ojos y pasa rodeándome hacia la cocina. Se sirve una taza de café bien cargado y sonreí en mi dirección.

–No es gracioso–resoplo con malestar. Se encoge de hombros y palmea mi espalda diciendo que es broma.

–Despídete de mamá–digo mirando a Anna. ¿Estamos llegando tarde?

Anna se baja de la silla y abraza a su mamá; Lea se inclina besando a Anna. Cada vez que las veo son como una gota de agua; ¿Cuánto tiempo ha pasado?  Desde aquella noche, mirándolas a las dos en este momento siento que todo ha valido la pena.

–Papá–grita Anna sacándome de mi confusión. Veo a mi hija sujetándome de la mano y sonrió.

– ¿Qué pasas?–preguntó.

–No estás escuchando papá–dice Anna.

–Lo siento cariño–digo. Estaba pensando en trabajo.

Levanto la vista para ver a Lea y ella está escrutándome con la mirada, no se ha creído nada lo que he dicho.

– ¿Iras a la oficina?–pregunto. Lea asiente suavemente.

–Llegare temprano a casa, solo tengo que reunirme con mi hermano para ver algunos clientes –hace una pequeña pausa. Hablamos en la noche.

–No lo dejaras pasar–digo inclinándome y besando su frente.

–No–responde. Ahora vete que Anna llegara tarde a la escuela.

Conduje hasta la escuela de Anna y deje a mi hija en la puerta de escuela;  pase la tarde en la oficina.  Después de abandonar corea hace más de cinco, jamás imagine estar en un puesto de oficina en Boston, trabajando como productor musical, pero ahí estaba yo encargándome de todo lo que conlleva a la administración, preproducción y elaboración de un nuevo disco.

–No te ves bien hyung–dice Chun. Él acababa de llegar de corea hace algunas horas y ha estado chequeando toda mi oficina como si fuera lo más interesante del mundo.

–Siento esta opresión en el pecho. Algo malo está por pasar–resoplo con cansancio.

–Creo que debemos ir a ver un médico–dice él. Tienes treinta y dos años y es urgente hacerse un chequeo del corazón.

Le lanzo un bolígrafo justo en la cabeza. Me río divertido por el ceño fruncido de Yoochun. No necesitaba que me recordara que estaba envejeciendo.

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