Me desperté sudada, mire el reloj con miedo, ¡Maldita sea! Otra vez el mismo sueño era la séptima vez en la semana ¿acaso la iba a atormentar siempre?
Camine hasta el baño pasando por la puerta de mi pequeña, Kim se movía como molesta, otra vez las pesadillas con los payasos.
-Mama-llorisqueo, lave mi rostro con agua fría y salí en rescate de mi pequeña.
-Bebe- la alce mientras seguía llorando.
-Payayasos mama-decía entre sollozos.
-¿Payasos?-dije mientras le sonreía
-Si mami-dijo rascando su ojito, su cabello castaño claro estaba algo corto y caía sobre sus hombros
-¿Queres dormir con mami?-la abrase y asintió, sin decir nada más me encamine a mi cuarto que quedaba enfrente, entre y la recosté y yo me acosté a su lado, se acurruco contra mí y durmió plácidamente. La envidiaba ¿Por qué ella podía dormir? ¿Por qué soñé con él de nuevo? ¡Diablos!
El despertador sino sobresaltándome y rápidamente lo apague ya que Kimberly no se había despertado, así que sigilosamente camine hasta el cuarto de baño a tomar una rápida ducha, mientras lo hacía recordaba el sueño de la noche anterior, ¿Por qué rayos me atormenta así? Salí de la ducha mientras me preparaba un café fui a despertar a Kim, la bañe y peine su cabello rápidamente, su pelo no era ni lacio ni rulos, solo tenía movimiento, su nariz exactamente igual que la mía, pero sus ojos y el color del cabello era exactamente iguales a los de su padre.
-Mami-dijo la pequeña mientras caminábamos rumbo al elevador.
-¿Si Kimmy?-le sonreí
-¿Podemos ir al Pato Donald después?-me miro tierna causando mi risa
-McDonalds y no lo se bebe-la levante en brazos y camine rumbo a la empresa, trabajaba en una de las empresas de tecnología más grandes del mundo, Meza-Padilla Tecnología Global. Me adentre a la fabrica, era recepcionista del lugar.
-Hola _____-saludo mi una amiga, Lea.
-Hola Lea-dije sonriéndole- Saluda a la tía Lea.
-Hoda tía Lea-dijo Kim.
-Hola bebe-Lea se agacho a su lado y beso la mejilla de la niña.
-¡El señor Padilla ya llego?-dijo el señor Hernandez, Gerardo Hernadez al entrar, era el director de la empresa en Los Ángeles, mire a Lea, mis ojos se abrieron
-No Señor Hernandez, en cuanto llegue lo comunicare-dijo Lea, Jerry se acerco y beso mi mejilla, sonrojada lo mire, había estado prácticamente cuatro años intentando conquistarme.
-Hola Bonita-me sonrió- Hola princesita-se agacho y abrazo a Kim, ella lo adoraba
-jery-le dijo Kim
-Jerry-le sonrió y beso la mejilla de la pequeña- ¿Qué dices si nos escapamos de mami y vamos a pasear?-propuso Jerry
-Vamos al Pato Donald-la niña salto mientras aplaudía, Jerry me miro sin comprender
-A McDonalds Kimmy-ambos reímos.
-¿Quieres ir?-dijo Jerry, no me imaginaba a un importante empresario en Mc Donalds.
-Sí, si-dijo la pequeña- ¿podemos mama?-ambos me miraron y yo reí
-Vale, vale, iremos-reí.
-Cuando llega el señor Padilla lo acompaña a mi oficina-sonrió y salió, camine hasta la guardería del lugar con Kimberly de la mano, se la deje a la niñera y camine a mi lugar de trabajo, Lea me miro asustada.
-¿Qué diablos hare Lea?-dije sentándome y suspirando cansada.
-Primero que nada solo vendrá el señor…
-Manuel-dije seca.
-Manuel y además… te has teñido el cabello, ya no tienes el cuerpo de una niña de 18 años, estas bien dotada, tus pechos crecieron, tu figura se estilizo y sobre todo, cambiaste tu apellido, no se preocupe Señorita Becker-dijo sonriéndome
-Si llegara a reconocerme no se qué hare ¿Cómo diablos le explicare a mi hermano? Si Snuppy se entera me matara-dije suspirando frustrada y comencé a mover carpetas, de repente la puerta se abrió dejando ver a un hombre de traje con lentes negros, lo observe mejor y era Manuel, su cabello castaño obscuro era inconfundibles, frustrada suspire y espere que se acerque.
-Vengo a ver al señor Gerardo Hernandez.
-Buenas tardes Señor Padilla-dije y mire el suelo, él se quito los lentes- por favor, sígame-dije tomando unas carpetas, él camino detrás de mí y podía sentir su mirada en mi trasero, ¡Maldita Sea! Soy yo Snuppy, tu pequeña hermana. Llame al elevador mientras me movía tensa, acomode la camisa blanca que llevaba puesta, y antes de que las puertas se abrieran apareció la ayudante de la niñera de Kim.
-Señorita Becker, la niña Padilla ha golpeado al hijo del señor Jonshon-me sonroje, diablos ¿Por qué cuando hace algo mal la llaman por el apellido?
-Vale, ahora voy-dije sonrojada y me adentre al ascensor seguida de Manuel.
-¿Hay algún otro Padilla?-me miro y yo solo trague saliva, notoriamente
-No que yo sepa señor.-dije mirando nerviosamente.
-Pero su marido, el padre de la niña tiene el mismo apellido que yo-dijo mirándome de arriba abajo.
-Si señor-lo mire, ambos teníamos los mismos ojos color marron obscuro, solo que los de Manuel ahora estaban como tristes o enojados. Las puertas se abrieron y entre al hall de la oficina de Jerry, camine a paso decidido y toque la puerta
-Pase-se escucho y abrí la puerta, llevándome la grata sorpresa de ver a su secretaria personal bajando su falda y a Gerardo arreglarse la corbata, mi cara de enojo se hizo presente.- ______- hablo, pero no lo deje terminar
-Señor Hernandez el Señor Manuel Padilla ha llegado-dije y deje pasar a Manu- Con su permiso me retiro, Kimberly tuvo problemas-gire sobre mis talones.
-Un placer conocerla señorita Becker-dijo Manu guiñándome un ojo, baje rápido a camine a mi escritorio
-Lea esto es una locura-dije con enojo- no solo entre a la oficina de Jerry y estaba teniendo sexo con su secretaria, sino que mi propio hermano me coqueteo-mire a Lea quien me miraba para que haga silencio, levante la vista y mis ojos se fijaron en los de la persona que tenía delante de mí, no podía creerlo, él ladeo la cabeza y me observo
-¿Y quién es su hermano?-me miro con una sonrisa, me sonroje.
-Oh, lo siento-me sonroje- eso no… no… no importa-estaba nerviosa, hace casi cinco años que no lo veía.
-Señor…-hablo Lea y agradecí al cielo por interrumpir- sígame por favor-pero él solo me miraba.
-¿Sabe quién soy?-me miro fijo.
Un reencuentro super ultra mega agsgsj:3
esta nove es adaptada, no es mia :)
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Una Jodida Apuesta 》Brandon Meza《 TERMINADA
Fanfiction¿Te atreverías a perdonar a alguien que te hizo mucho daño?
