★彡Alice Jones, una chica de 19 años viviendo en Londres con su "maravillosa" familia.
Tendrá altibajos en su vida por el obstáculo más grande que jamás haya tenido, los chicos.
¿Podrá seguir su vida normal después de todo? ...彡★
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𝙰𝚕𝚒𝚌𝚎
Los días pasaban y mi estabilidad emocional no estaba de lo mejor.
No salía para nada de mi habitación nada más que para comer,tomar agua e ir al baño.
A mis padres les daba igual si estaba bien o no, mi hermana nunca estaba en la casa así que estaba sola.
Melissa llamaba pero respondía cuando quería.
Harry...bueno él, me llena las notificaciones de llamadas y mensajes por su parte.
(...)
Como de costumbre en las últimas semanas, estaba en mi habitación encerrada viendo Harry Potter, una de mis sagas favoritas. Era lo único que puede mantenerme despierta.
-Dios... Sirius no merecía morir- murmuré-
Estaba demasiado entretenida en la película que un toque en la puerta de mi casa, hizo que pegara un brinco.
-Alice!! soy yo,Melissa- un toque más en la puerta- abre!!
Rodé los ojos, enserio tenían que venir?
Mi única idea fue no hacer ruido para que hiciera creer que no había nadie.
No sirvió.
-Alice, se que estás ahí, abre la maldita puerta Jones- gritó más fuerte-
Bajé a duras penas para abrir la puerta con cautela, no me sorprendería un golpe por parte de mi querida amiga, estaba enojada. Lo sabía.
-Alice...- un abrazo de su parte me sorprendió- me tenías muy preocupada, qué te pasa?- sus ojos sólo reflejaban preocupación y eso no me gustaba para nada-
No me gustaba preocupar a las personas, menos por cosas cómo estás.
-Mel no te preocupes,no es nada- hablé tratando de no tartamudear, era pésima mintiendo-
-A mi no me mientas, sé que no estás bien y quiero ayudarte- frotó mis brazos de forma reconfortante, sonreí-
-está bien- murmuré sonriendo levemente- pasa- me abrí pasó para que entrara a la casa-
Subimos a mi habitación y cerré la puerta.
-Dios Jones, desde cuándo no limpias?- recorrió la habitación con asombro, levanté los hombros-
-No lo sé, 2 semanas creo- la rubia me miró aterrada-
-Definitivamente limpiaremos esto pero antes- jaló de mi brazo para sentarnos en mi cama- cuéntame qué ha pasado-
(...)
Y así, Melissa hizo un nuevo enemigo.
Después de todo lo que le conté, cómo había dicho, me obligó a limpiar mi habitación hasta dejarla impecable. Nunca había limpiado tanto esta.
Terminamos y vino la peor parte.
Salir de compras.
La rubia juraba que la mejor manera de despejarse y olvidar todo, era yendo al centro comercial...a gastar dinero.
No les miento, a veces me gusta salir a comprar ropa, pero no es mi obsesión como Melissa.
Así que aquí me encontraba, en el centro comercial con casi 7 bolsas cargando.
Melissa ni se diga, no podía ni moverse así que le ayudé.
Paramos 10 minutos después en una cafetería, nuestra favorita.
-Mel, gracias- sonreí mientras veía el vapor salir de la tasa de café frente a mi-
La chica me miró confundida.
-Aunque no lo creas, esto me ha ayudado-...- lo de Harry me afectó mucho- reí levemente- me sentí tan querida por él que nunca me imaginé algo así de su parte, soy un fracaso- tapé mi rostro con ambas manos-
-Hey- la chica quitó mis manos- nunca vuelvas a decir eso, no eres una fracasada, simplemente eres una persona pura y que valora a la gente que quiere- tomó mis manos acariciándolas delicadamente- eso es lo que más admiro de ti -...-así que por favor, quita todos esos tontos pensamientos de tu cabeza y dame un abrazo- se levantó de su asiento para pasárse a mi lado y abrazarme, abrazo que correspondí al instante- te quiero- susurró en mi oído-
