—...de los delitos cometidos, el jurado encuentra a Roxanne Lynn Fox como culpable —hay un par de murmullos y de exclamaciones pero yo solo puedo pensar en la palabra "Culpable"
—Orden —grita la jueza Jensen y la sala vuelve a quedar en silencio, mi madre y abogada toma mi mano bajo la mesa y siento náuseas porque sé que aún no ha terminado —Concuerdo con el jurado, sin embargo bajo el historial de la señorita Fox y con el acuerdo que hemos llegado le doy la opción de seis meses de arresto domiciliario, visitas psicológicas periódicas y un curso de manejo de la ira.
—De acuerdo —dice mi madre, parece que sus ojos están húmedos pero no alcanzo a diferenciarlos desde éste ángulo, ella suelta mi mano para arreglar su cabellera rubia, aunque no esté nada despeinada y para estirar su traje gris paloma, aunque esté perfectamente planchado, son esos gestos que me dicen que ella está preocupada por algo.
—Señorita Fox —soy consciente de que el juez me habla así que dejó de mirar a mi madre para dirigir mi vista hacia la mujer de tal vez cincuenta con el cabello corto y tintado de un color berenjena, su mirada es severa bajo esos lentes de lectura así que me enderezo en mi silla —. Espero que sea consciente de que si viola el arresto domiciliario irá directamente a prisión, solo tiene una oportunidad y espero que no la desperdicie.
—Sí, su señoría —la jueza asiente y golpea su martillo dando su veredicto final, yo me levanto sin ser realmente consiente de lo que sucede, un oficial de policía se acerca y me toma del brazo bruscamente como lo viene haciendo desde hace dos años, no parece muy feliz de que me liberen. Miro a mi madre y ella me da una sonrisa tensa antes de asentir hacia el policía para que me lleven de vuelta al hoyo, supongo.
Siento las miradas sobre mi pero soy tan cobarde que ni siquiera puedo girarme.
Supongo que ellos están molestos.
El oficial prácticamente me arrastra a través de unas puertas, no soy consciente de mucho más porque voy mirando mis pies y pensando en todo lo que acababa de pasar.
Soy libre.
Sin embargo mientras pienso sucede que me guían devuelta a la celda que fue mi "habitación" durante los últimos dos años, le doy una mala mirada al policía que me guía pero él solo se encoge de hombros.
—Es el protocolo —dice, yo no me molesto en preguntar nada más porque sé que solo me ignorará y odio cuando me ignoran así que voy a molestarme y como acabo de asistir a mi propio juicio pienso que prefiero ahorrarme las molestias de volver. Soy empujada dentro del agujero y poco después escucho el sonido de la cerradura, me doy la vuelta y me siento en el súper delgado colchón que es casi lo mismo que dormir en el suelo. Veo la cama del otro lado y noto que está vacía, deben haber mudado a mi compañera.
No sé cuantas horas pasan porque no hay siquiera una ventana, solo puedo ver las luces del pasillo y escuchar las charlas lejanas de los policías, aunque si tuviera que adivinar diría que es más de mediodía, lo sé porque huele a café y ellos siempre hacen café después del almuerzo y a media tarde antes de la cena. Escucho voces y me levanto viendo fijamente a la cerradura, como si pudiera hacer que se abriera más rápido.
Un policía abre la puerta, es el mismo idiota que me escoltó, Dick Carter, me lanza un bulto de ropa en la cara y me exige que me apresure, rápidamente la dejo en la cama y empiezo a quitar la cremallera del horrible uniforme naranja, cuando alzó la vista Dick me está dando una mirada lasciva.
—Eres un cerdo y un degenerado —dejo escapar y él sonríe.
—No me puedes culpar, será la última vez que te vea, Fox —le saco el dedo medio —te están esperando, si yo fuera tu me daría prisa ¿o necesitas que te eche una mano?
—Ni en tus malditos sueños, Dick —dejo caer el uniforme quedándome con una camiseta blanca, olvido el pudor porque de verdad quiero salir de aquí lo más rápido posible así que me agacho y me pongo el pantalón oscuro lo más rápido que puedo y luego me pongo el suéter verde bajo la asquerosa mirada de Dick, recojo el uniforme y se lo tiro en la cara al imbécil antes de caminar fuera de la celda, doy un paso antes de mirar hacia atrás y ver el agujero de 20 x 20m en el que estuve metida durante un mes, luego mis pensamientos se esfuman cuando el idiota me toma del brazo y me arrastra hasta la salida.
—Aquí están sus pertenencias —firmó otro montón de papeles que me entregan y luego miro a la bolsa transparente en el escritorio de la recepción, en ella solo está mi identificación, unas pulseras, mis aretes de oro y una tarjeta de presentación, tomo todo dejando la tarjeta en el basurero de salida. Cuando veo la puerta dudo un segundo en el que mi mente me hace creer que tal vez esto no es real y que en cualquier momento me despertaré en el agujero siendo molestada por Dick pero sacudo la cabeza y empujó la puerta de cristal.
El sol me da en los ojos haciendo que los cierre, puedo oír el viento y algunos pájaros, abro los ojos para ver el estacionamiento casi vacío, inmediatamente localizo a mi madre y mis ojos se empañan cuando doy el primer paso hacia ella, ni siquiera merezco que ella esté aquí pero está y me sonríe con los brazos extendidos mientras camina hacia mí.
No puedo más.
Me rompo.
Escucho mis sollozos como si fueran de alguien más y siento sus brazos rodearme mientras caigo de rodillas al suelo mientras lo único que puedo decir una y otra vez es «Lo siento, lo siento, lo siento», ella dice algo pero no puedo escucharla pero la siento, siento cuando me ayuda a levantarme y me lleva hasta el auto, siento los asientos de cuero a mi alrededor y luego cuando me pone el cinturón y deposita un beso en mi frente y me dejo, solo porque quiero salir de este infierno de lugar.
Así es como salgo de prisión.
Así es como soy libre.
...
¡Muy bien queridas mías, oficialmente empezamos con la historia! Déjenme sus comentarios si les gusta y no dejen de agregar la historia a sus bibliotecas para recibir las notificaciones de cuando se actualiza ¡Gracias por leer!
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Una dama y un vagabundo (PAUSADA) Guardaespaldas #0.5
AcciónRoxanne Fox ahora es una mujer libre o tan libre como puede ser mientras está en arresto domiciliario, pero aún así los problemas logran encontrarla y ésta vez el problema mide 1,90, tiene cabello oscuro y un mal carácter que la enciende, ella sabe...