Los gritos no cesaban.
Una vez más, como casi todos los días en los que él estaba en casa.
Llevaba casi una hora escondida debajo de la cama por culpa del miedo. De repente un fuerte golpe se escuchó seguido de un grito de mi madre.
No podía simplemente quedarme aquí, sin hacer nada, estaba cansada de ser una cobarde, así que decidí salir de mi escondite e ir a ver que ocurría.
Al llegar al salón lo primero que pude ver fue la mesa rota y a mi madre al lado tirada en el suelo cubierta de sangre. De la impresión intenté retroceder para salir de ahí, pero lo único que conseguí fue chocar contra el marco de la puerta haciendo el suficiente ruido como para que las dos personas que estaban delante de mi me miraran.
Si su mirada ya solía dar miedo, ahora era mucho peor.
-Por favor Mark, no le hagas nada, a ella no -dijo mi madre intentado llamar su atención, pero ya era demasiado tarde.
El empezó a acercarse rápidamente y cuando llegó a donde yo estaba me agarró fuertemente del brazo y tiró de mi hacia el interior del salón.
-Maldita mocosa, ¿no podías quedarte en tu puta habitación, no? Tenías que venir a molestar -mientras hablaba me obligó a sentarme en una silla, arrancó las cortinas que estaban al lado y me ató como pudo, no muy bien, pero si lo suficientemente fuerte como para que no pudiera moverme. - Ahora te vas a quedar aquí y vas a ver lo que se merece tu madre por ser una mala mujer.
-Mark por favor, no, haz lo que quieras conmigo pero deja que ella se marche, solo tiene 9 años.
Eso solo hizo que Mark se enfadase más porque antes de que lo viese venir su mano había chocado con mi cara, causando que rápidamente empezase a sentir un hormigueo en mi mejilla.
-Si hablas otra vez el siguiente golpe será peor.
Vi como mi madre asentía y como sus ojos se llenaban de lagrimas. En su mirada se podía ver perfectamente el miedo y el dolor que estaba sintiendo.
Mark se alejó de mi y por un momento me alegré, pero ese sentimiento rápidamente se fue al ver que se acercaba a mi madre. Vi como le cogía fuertemente por el pelo y la obligaba a ponerse de rodillas delante de él.
De un momento a otro empezó a pegarle y cerré los ojos, no podía seguir viendo eso. Después de varios minutos donde lo único que se escuchaba eran mis sollozos, el ruido de los golpes y sus gritos, escuché el timbre y como alguien golpeaba la puerta.
Mark paró rápidamente y le tapó la boca a mi madre para que no pudiera decir nada.
-¡AYUDA! -grité. Era consciente de que esto iba a traerme problemas pero me daba igual si con eso conseguía que parara.
Mark soltó a mi madre y vino hacia mi. Me empujó con tanta fuerza que la silla se fue hacía atrás y acabé dándome un fuerte golpe en la cabeza. Empecé a ver borroso pero aun escuchaba los fuertes golpes que daba la persona que estaba intentando tirar la puerta. Dirigí la mirada hacia Mark y conseguí distinguir que estaba señalándome con algo que tenía en las manos de color negro. Aunque lo intenté no conseguí ver que era exactamente porque no pude mantener los ojos abiertos durante mucho más tiempo.
-¡NOOO! - después del grito se escuchó un fuerte ruido.
Luego, todo era silencio y oscuridad.
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Killian
Action- No puedo ver cuando estoy cayendo, perdiéndome a mi mismo, pero entonces te escucho llamarme y ahí estas, ahí estas con los brazos abiertos.