Capitulo III. Los Tenju

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Al término del entrenamiento Azuma estaba muy cansado, mientras que Indra parecía estar completamente bien –bien es todo por hoy, te dejare descansar de mi un poco – comento Azuma mientras se dejaba caer rendido en el césped.

Indra se había dado cuenta de que alguien los había estado observando durante algún rato, pero había detectado que era el chacra de Saori así que por ello había bajado un poco la guardia.

Saori que estaba atenta a los movimientos del moreno, de repente lo había perdido de vista, sintiendo a alguien detrás de ella.

-¿Cómo hiciste eso? – pregunto la castaña.

-Es un jutzu de sustitución, podría enseñarte si quieres – se ofrecio y ella sonrió ampliamente.

Había pasado un mes desde que Indra había estado en Konoha, Azuma muy a su pesar había aprendido a confiar en Indra, aunque aún estaba en desacuerdo en que pasara mucho tiempo con su hija, Saori siempre había demostrado desinteres sobre sus pretendientes pero por Indra siempre parecía estar atenta y muy interesada en él.

Aunque el paradero de Indra seguía siendo un misterio para los habitantes de Konoha, había sido de mucha utilidad para la aldea, ayudaba en todo tipo de actividades al Hokague y no parecía que tramara algo en contra de la aldea.

Una noche mientras Indra salía sigilosamente como acostumbraba hacer cada luna llena, Saori lo siguió justo a las ruinas en donde semanas antes se habían conocido.

-Tu padre va a molestarse cuando se de cuenta – comento Indra disminuyendo su paso.

-Si es que se da cuenta – comento Saori apenada al ser descubierta.

Indra sonrio de medio lado – ven – la tomo de la mano ocasionando un sonrojo en la castaña.

Contemplaron juntos en silencio durante algunos minutos la luna llena – sabes, mi clan debe estar enfado conmigo, supongo que deben seguir buscándome – rompió el silencio.

-¿Hiciste algo malo? – pregunto curiosa la castaña.

-¿Considerarías malo el escapar de tus deseos? – volteo a verla.

-Depende de que tipo de deseos sabes

-¿Cómo es eso?

-Bueno, una vez Konohamaru deseaba mucho algo que no era de él y trato de justificarse que lo había tomado porque lo deseaba más que su dueño, así que...

-Entiendo tu punto – sonrio Indra – hui de un matrimonio no deseado.

-Yo se de eso

-¿Enserio? ¿También te batiste a duelo con tu padre y uiste de tu clan por reusarte a un matrimonio con alguna prima lejana.

-No, bueno, no, no me referia a eso, si no, tu sabes... ¿Con una prima has dicho? Eso suena un poco repulsivo, no lo malinterpretes.

Indra sonrio ante el comentario de la chica.

-Si, digamos que para algunos miembros de mi familia, eso incluye por supuesto a mis padres, no sería bien visto si no me casara con alguien de mi linaje, no desean que nuestra sangre se mezcle con alguien que no sea de....

-¿La realeza? Eres un príncipe acaso

-Algo así, podría decirse – suspiro viendo la luna – Saori ¿has escuchado acerca de los tenju? – pregunto curioso.

-Papá no quiere que escuche esas historias, cree que van a asustarme

-¿Y lo hacen?

-No por supuesto que no, es solo que no se mucho de ellos, solo rumores

-¿Qué has oído?

-Escuche alguna vez a la señora Chiyio que decía que eran una especie de demonios chupa sangre, algo asi como...

-¿Vampiros? – la interrumpio

-Si, vampiros, entes sin vida con muchas ganas de saciarse de sangre, roban las almas puras para alimentarse y hacen sacrificios para los demonios

-No todo es verdad

-Yo creo que si, la señora Chiyio es muy sabia y ella jamas se equivoca

-Creo que es mejor que nos vayamos, es tarde y no quiero que tu padre se moleste cuando se percate de que no estas en casa – se puso de pie Indra y extendió su mano a la chica para que se pusiera de pie.

-Buenas noches excelencia – hizo una reverencia un hombre alto y palido con un cabello negro muy largo.

-Orochimaru ¿Qué demonios haces aquí? – pregunto irritado.

-Le aseguro excelencia que no ha sido mi intención molestarlo, le sugiero que lo hagamos por las buenas ya que sabe como es su padre cuando esta molesto.

-¿Y si no deseo hacerlo que? – pregunto a la defensiva.

-Bueno... me temo que Kabuto no será mas amable con la chica.

Indra volteo rápido para tomar a la chica, pero había sido demasiado tarde, Kabuto la tenía sujetada, colocando su mano derecha sobre su boca para evitar que ella gritara.

-Bien, ire con ustedes, a ella déjenla fuera de esto – comento Indra exasperado.

-Me temo que la chica tendrá que venir con nosotros excelencia, es nuestro boleto para llegar a salvo hasta el clan – sonrió el tipo parecido a una serpiente.

Indra se tenso y vio como de los hermosos ojos de Saori caían un par de lagrimas.


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