6. Sex
Miré detenidamente por las vacías calles, hasta que un claxon me interrumpió de mis pensamientos, me gire sobre los talones para ver el lujoso deportivo de Kakaroto.
Salió del auto sonriendo con aires de excitación, ¿Apenas me veía y ya estaba así? Lo traía loco, eh.
"Miren a quién tenemos aquí, a moja braguitas" reí con ironía, acercándome a su auto negro, recargandome en el cofre.
"¿Moja braguitas? ¿Qué traes?" preguntó, claramente confuso, me acerqué peligrosamente a el tomándola sensualmente por el cuello de su camiseta en forma de "v".
"Ajá, ¿Creías que no me enteraría que tienes más gatas siguiendote los huevos?" pregunté mordiendo con júbilo su labio, hasta que lo mordí muy fuerte que sangró,
"Auch" soltó.
Me tomo de la cintura recargandose en el coche dejándome muy pegada a él, río,"¿Crees éso? Eso fue hace años pequeña Nena, tú eres la única que puede darme placer" mordió mi labio con delicadeza."Éso no me habla muy bien de ti" respondí muy fuerte, sin miedo, lo bese dulcemente para bajar mi mano a su miembro, sobandolo.
"Pues yo me eh enterado qué tú eres una calienta pijas" soltó al aire, abrí mi boca, cuando me beso, su lengua exploró mi boca, hasta encontrarse con la mia casi al instante, me alzó y me enrollo en sus caderas inmediatamente con mis piernas, abrió cómo pudo la puerta del coche y extendió el sillón, para convertirse en una mini cama, me acosto dulcemente y yo me acomodé el posición fatal, con las piernas más abiertas que... Algo abierto y la cabeza recargada en una maleta.
Se metió y cerro la puerta subiendo todos los vidrios que eran de color oscuro, vidrio.
"Voy a cogerte tan duro qué olvidaras los chismes que te dan de mi" prendió la música y empezó a sonar "Bad Reputation" saco mis shorts y los dejó a un lado mirando mis bragas de encaje negro, "Amo estas braguitas" se bajó el cierre del pantalón, para después abrir el pequeño hueco del boxer y sacar su pene erecto, abrió kilómetros braga observándome.
Se acercó para lamer dulcemente mi vagina,suspire, dio lengüetazos metiéndose en mí, gemi, mi espalda sintió un cosquilleó, haciéndome automáticamente poner mis manos en la cabellera revuelta de Kakaroto jalandola e empujando para que metiera lo más posible su lengua, gemi, gemi, gemia tanto que el aire se calento, los vidrios se templaron y comenzaron a sudar.
Se alejo, y se acomodó en mí feminidad, abrió con sus dedos metiéndose de tiro, haciéndome gritar.....
Suspenso...