. Acababas de llegar a casa del trabajo, no oías nada así que creíste que Tae aún seguía en su trabajo, pero al entrar a la habitación lo viste dormido aún con su ropa de la oficina, acostado en la cama.
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Se te hacía tan dulce, estaba tan tranquilo, era hermoso hasta cuando dormía, no había nadie más perfecto que él. Ibas a dejar que continúe con su sueño hasta que se te ocurrió una muy divertida y placentera idea.
Minutos después él se encontraba sin su pantalón y sin su ropa interior mientras que su ya duro y erecto miembro yacía en el interior de tu boca entrando y saliendo, él aún dormido daba suspiros de vez en cuando. Hasta que luego de bombearlo unas veces con tu mano él despertó mientras mordía su labio y gemía tu nombre
— Ahh Young ah —
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