. Hace un tiempo que Jimin y tú eran amigos con beneficios, hacerlo en sus oficinas o en los cuartos de conserjes era algo realmente arriesgado, pero eso hacía que los excite mucho más a los dos.
Ahora mismo estaban en una junta del trabajo, podías notar como te miraba
[...] La junta ya había terminado, y le habías dado una señal a Jimin para que lo sigas a tu oficina.
— No tienes idea de lo sexy que te ves con esa nueva falda —
— Ah si? — él se acercó cada vez más a ti, te tomó de la cintura y te sentó sobre tu escritorio para meter su muy avilidosa lengua a tu boca, tú no te quedaste atrás y le respondiste mientras que tus manos bajaron para desabrochar el cinturón de su pantalón.