29 final

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Adiós, Caro.

Al fin me he decidido dejarte ir, tu brillo a mi lado se apocaba y jamás hubiera querido éso. Al principio creí que eras como una luciérnaga, que brillabas sólo cuando la oscuridad se apoderaba de todo. Pero no es así, tu brillas constantemente, Caro, y no quiero ser yo la oscuridad que apague tu luz (o que la haga brillar aún más). Creo que la vida ha girado de tantas maneras que al fin me he dado cuenta que lo nuestro jamás será, que somos como el Sol y la Luna: amantes imposibles.

Así que te digo adiós porque mis palabras ya no te pertenecen y mis sentimientos han cambiado. Aún así, Caro, siempre serás aquella estrella fugaz que alumbrará de a ratos un rincón de mi corazón y por éso mismo es que siempre te recordaré; te recordaré como el meteorito que me iluminó pero que a la vez me oscureció.

Adiós, Caro, jamás dejes de ser.

Por siempre en mi corazón, Agus.

POR SIEMPRE EN MI CORAZÓN - a. bernasconiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora