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—Hey, tú.

—Ay, no mames, el virgen.

Llamó la atención de los chicos sentados con él en el comedor.

—¿Qué?

—Nada, solo, nos vemos luego.

Tomó sus cosas rápidamente y comenzó a caminar fuera de la cafetería hasta llegar a los pasillos. Entonces, fue halado bruscamente.

—¿Qué carajos?

—Devuélveme mi dinero.

Le exigió el pelinegro mirándolo serio.

—¿Qué pasó? ¿Se rompió rápido mientras hacías el condón challenge?

Se burló safándoze del agarre que tenía el otro en su brazo.

—No estoy para tus bromas.

—Mira, chico. Yo no trabajo ahí, solo estaba cubriendo a un amigo, él no me daría dinero entonces vi la oportunidad en ti.

Explicó aburrido mientras buscaba la forma de despistar al chico y salir del baño.

—¿Cuál es tu nombre?

—No tengo por qué decir-

—Yoongi, estás aquí.

Entró a los baños un tercero, amigo del rubio, con una sonrisa resplandeciente que duró precisamente 2 segundos.

—Carajo, Tae, andate.

El castaño hizo un puchero y se fue como si hubiera sido reñido.

—Okey, Yoongi, hagamos un trato.

—Oh, claro que no. Adiós.

Estaba por salir corriendo cuando fue empujado y acorralado contra la pared.

—Me ayudarás a perder mi virginidad.

—Sí, sí, lo que sea, déjame ir. Espera, ¿qué?

Everything sucks! [kg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora