Capítulo 3

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El agua de la piscina posa tranquila, ningún movimiento la inquieta. El silencio se apodera del lugar, siendo apenas audible las voces de las pocas personas que comparten el mismo sitio. La vida seguía pasando como si nada...
Y yo, sentado aquí como un idiota sorprendido. No había que negarlo, verla me dolía. Seguía haciéndolo después de todo este tiempo.

Teníamos 17 años apenas cuando nos conocimos. Aun ingenuos, y muy jóvenes.
Los Black Soul llegábamos emocionados al nuevo lugar de ensayos que consiguió nuestro manager. Para ese entonces la banda ya estaba más que formada. Habíamos escrito las canciones suficientes como para empezar a practicar y ver los frutos de nuestro trabajo.

Alli, con Sasuke era la persona con la que podía hablar de esto y aquello, Kiba siempre gracioso y muy apasionado, y luego está Neji, el mayor de todos nosotros y él más concentrado en el tema. Para él esto no es sólo un sueño, es trabajo duro y esfuerzo. Su dedicación ya de por si era de gran admiración para mi.
Y aquel día, cuando acomodábamos los instrumentos, por la puerta entra una muchacha. Su cabello corto hasta los hombros sólo acentuaban sus mofletes. Su timidez fue lo que me hizo mirarla. Caminó hacia Neji y le sonrió. Él no dudó en abrazarla y besar su frente.

-Ella es mi hermana menor, Hinata. - La presentó tiempo después.

-Ah ya veo ¿Eres de Seven stars? ¿A que sí? - Preguntó Kiba, como siempre en su afán.

Hinata asentó con la cabeza. Fue allí cuando supe de ella sin que ella supiera algo de mi. O eso creía. Pero su coqueta sonrisa me incitó a seguirla, a hablarle, a besarla, a amarla, y a tener todo esto que siento hasta la actualidad.

Su banda subió como la espuma a los pocos días de debutar. Hinata era la mejor con la guitarra. Componía canciones que tocaban mi alma, era su don.

Nos dimos nuestro primer beso a escondidas, en esa inocente relación clandestina que tuvimos por meses. Allí, debajo de la escalera en la fiesta en casa de Sakura. Donde nos prometimos estar juntos pase lo que pase. Pero yo fallé. La dejé ir para seguir el camino que ya había formado, y la deje ir para que ella siguiera también el suyo sin ninguna atadura. Creía que con los años la superaría y que solo viviría en las líneas de mis canciones. Pero estaba equivocado. Y es que ¿Cómo superarla? Si fue mi primera vez. Mi primer amor.

Y ahora que han pasado casi cinco años, verla otra vez, ya convertida en una mujer, con esa espectacular figura, con ese aroma que sigue igual, con esa voz con la que se dirige a mí. Con todo lo que dice, con toda su aura.

No la culpo si lo que siente por mi ahora también incluye rencor, pero en todo este tiempo sabía que la necesitaba, y verla sin previo aviso no hizo más que obligarme a hacer algo que estaba evitando.

Tengo su nuevo número y está vez haré las cosas bien. O eso pretendo pensar. Pero sé que el miedo me hará comentar cosas estúpidas.

...

-¿Por qué no me has avisado que Hinata estaba aquí? - Entro casi tumbando la puerta de la habitación de Kakashi.

-Oh, eres tu Naruto. - Contestó sereno mientras se servía una copa con vino tinto. - Creí que eso había quedado en el pasado ya.

-Es pasado, lo es - Me engaño a mí mismo mientras me tumbo sobre el sofá. - Sólo que...

-¿Sólo que? - Me extiende una copa y yo la bebo de inmediato.

-Sólo que había estado evitando verla, y la he visro, y es perfecta; ahora será tu culpa todo lo que haga a partir de este momento.

Unicamente escucho su leve carcajada mientras me pongo de pie para marcharme así como llegué por la misma puerta, buscando algún culpable para todos mis errores. Sin embargo camino hasta mi habitación, resignado y un poco feliz sin querer admitirlo. Hasta que mi móvil anuncia la llamada de Ther, una guapa chica que conocí hace varios meses en uno de los tantos viajes que solemos hacer con la banda. Por no llamarlos "fiestas" .

Llegaré a ti /NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora